El párroco de la iglesia San José Obrero, Luis Arrasco, relató que muchas familias mantienen a sus enfermos en sus casas con oxígeno.
“Parece que persiste el querer tener a los pacientes en casa por todo lo que implica ir al hospital. En algunos casos es porque no hay disponibilidad de camas o porque en los hospitales tienen dificultades para hacerle seguimiento a sus familiares enfermos, por eso hay muchos que optan por tenerlos en casa”, dijo.
Y es que en su parroquia, que ha estado brindando ayuda desde el inicio de la pandemia, ha crecido la necesidad de balones de oxígeno desde las últimas tres semanas, lo que daría cuenta no solo del rebrote de la enfermedad en la región, sino de que aún hay muchos que no pueden atenderse en hospitales.
“Desgraciadamente nos cuesta mucho aprender la lección. Sabemos de las carencias de nuestro sistema de salud y de nuestra cultura, pero creo que estamos fallando en nuestra solidaridad y responsabilidad, nos reunimos, vamos a fiestas, que son focos de contagio”, expuso el sacerdote quien hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana.