La paralización del proyecto escolar en Catacaos, iniciado en 2020, ha generado un impacto devastador en la vida de más de 100 estudiantes del colegio José Carlos Mariátegui, ubicado en el centro poblado de Monte Castillo. Esta situación ha dejado a los menores en un entorno insalubre, con estructuras deterioradas y sin acceso adecuado a servicios básicos, afectando tanto su salud como su derecho a una educación digna.
PUEDES LEER ► Piura: solo el 37 % de menores tiene segunda dosis contra el dengue, alerta Colegio Médico
¿Por qué la paralización del proyecto escolar afecta a los estudiantes?
La obra escolar, abandonada hace cinco años, ha dejado a los estudiantes expuestos a condiciones que comprometen su bienestar. Las aulas deterioradas, con grietas y humedad, no solo dificultan el aprendizaje, sino que también representan un peligro constante. La falta de agua potable, disponible solo tres veces por semana y en horarios limitados, agrava la situación, obligando al colegio a depender de tanques insuficientes para cubrir las necesidades diarias.
Además, la convivencia con malos olores provenientes de granjas de cerdos cercanas y la presencia de palomas en el plantel incrementan los riesgos sanitarios. Según la directora del colegio, María Farfán Morante, estas condiciones han provocado un aumento en enfermedades gastrointestinales entre los estudiantes, afectando su salud y asistencia escolar.
¿Cuales son las consecuencias del abandono de la obra?
El abandono de esta obra no solo implica un retroceso en la calidad educativa, sino que también genera pérdidas sociales y sobrecostos para la comunidad. La infraestructura escolar deficiente pone en riesgo la seguridad de los estudiantes y docentes, mientras que la falta de acción por parte de las autoridades perpetúa un problema que atenta contra el derecho fundamental a una educación segura. La comunidad educativa, frustrada por la falta de respuestas, exige soluciones inmediatas para garantizar un entorno adecuado para el aprendizaje.