Sin importarle los trabajos que realiza consorcio Sullabella por el cambio de los colectores principales, los comerciantes ambulantes arriesgan su vida y la de sus consumidores al vender en condiciones insalubres, en medio del polvo y los desagües que se originaron con la ejecución de la obra de la PTAR Sullana.
En un recorrido por la avenida Buenos Aires, se verificó que los mismos comerciantes no respetan los protocolos de seguridad. Algunos usan la mascarilla en la barbilla, otros usan el protector facial como visera y casi nadie desinfecta los productos o el dinero que manipulan con alcohol.
“No tenemos a dónde ir, si salimos de aquí no tendremos ni para comer, en los mercados zonales no se vende nada”, indica una de las comerciantes de apellido Zapata Pacherres, quien dijo, que los mercados itinerantes fue un “negocio” para la municipalidad y un “engaño” para ellos pues no tienen ganancias.