El principal sistema hidráulico del valle San Lorenzo se encuentra en estado crítico, situación que pone en riesgo el riego de más de 50 mil hectáreas agrícolas y el abastecimiento de agua para consumo doméstico en Tambogrande y Las Lomas.
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La infraestructura presenta severos daños en distintos puntos estratégicos. El canal Quiroz registra 21 kilómetros con deterioro avanzado, lo que obligó a gestionar su revestimiento para evitar mayores pérdidas del recurso hídrico.
Además, más de medio kilómetro del canal presenta ocho quiebras activas, fallas que comprometen la conducción eficiente del agua y elevan el riesgo de interrupciones en el servicio.
Sobre la Casa de Válvulas, el operador Marlon Seminario advirtió a Trinidad Noticias que el tubo de acero de impulsión, de 125 metros y ubicado en el túnel de salida, no recibió mantenimiento durante más de 13 años.
Seminario indicó que durante la gestión de Darío Castillo se dispuso el pintado interior y exterior del tubo como medida preventiva. Sin embargo, hasta la fecha no se ejecutaron trabajos adicionales, pese al riesgo de colapso por antigüedad.
Además, el trabajador alertó que un fallo en este sistema dejaría sin agua a todo el valle San Lorenzo, escenario considerado de alto riesgo para la actividad agrícola y la población.
Cabe mencionar que en el reservorio San Lorenzo tampoco se realizó una batimetría en más de una década. Por tanto, esta ausencia de estudios impide conocer la capacidad útil real de almacenamiento, dato clave para la planificación hídrica.
La infraestructura presenta severos daños en distintos puntos estratégicos. El canal Quiroz registra 21 kilómetros con deterioro avanzado, lo que obligó a gestionar su revestimiento para evitar mayores pérdidas del recurso hídrico.
Además, más de medio kilómetro del canal presenta ocho quiebras activas, fallas que comprometen la conducción eficiente del agua y elevan el riesgo de interrupciones en el servicio.
Sobre la Casa de Válvulas, el operador Marlon Seminario advirtió a Trinidad Noticias que el tubo de acero de impulsión, de 125 metros y ubicado en el túnel de salida, no recibió mantenimiento durante más de 13 años.
Seminario indicó que durante la gestión de Darío Castillo se dispuso el pintado interior y exterior del tubo como medida preventiva. Sin embargo, hasta la fecha no se ejecutaron trabajos adicionales, pese al riesgo de colapso por antigüedad.
Además, el trabajador alertó que un fallo en este sistema dejaría sin agua a todo el valle San Lorenzo, escenario considerado de alto riesgo para la actividad agrícola y la población.
Cabe mencionar que en el reservorio San Lorenzo tampoco se realizó una batimetría en más de una década. Por tanto, esta ausencia de estudios impide conocer la capacidad útil real de almacenamiento, dato clave para la planificación hídrica.
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