“La mujer debe reconocer que es un ser importante”

“La mujer debe reconocer que es un ser importante”

Gloria castillo Rosales , Contadora

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Gloria es una contadora egresada de la primera promoción de la Universidad Nacional de Piura (UNP), desde que fue estudiante siempre fue una mujer luchadora y dispuesta a hacer valer los derechos de las mujeres en una sociedad machista. Gracias a su esfuerzo y empeño tuvo la oportunidad de especializarse y ocupar cargos públicos a nivel internacional. Estudio su maestría en la universidad de Puerto Rico e hizo un doctorado en Estados Unidos.  Además de ser una mujer de éxito en su carrera profesional, también es docente universitaria. Además toca el piano y baila ballet y musica española.

–¿Usted perteneció a la primera promoción de la UNP?

–Si, cuando terminé el colegio recién se había creado la Universidad en Piura, fue una gran oportunidad, porque yo no tenía planeado esto. En ese tiempo me preparé sola y gracias a Dios cumplí mi meta de ingresar. Fuimos pocas mujeres y jóvenes en ese entonces.

–¿Antes de trabajar acá, estuvo en otros países ?

–Sí, cuando estaba en la universidad vino un programa de Estados Unidos que ofrecía una pasantía allá, quise participar, pero me pusieron peros por ser mujer, me dijeron que el programa era dirigido para hombres y otras cosas, ahí  me empecé a rebelar y busqué la forma de que me consideraran, participé y logre la beca para ir allá. Conocí otras universidades y regresé decidida a irme a estudiar allá, postulé a una beca  a una universidad de Puerto Rico y la gané, estando allá empece a trabajar y me becaron para hacer mi doctorado en EE.UU.

–¿Cómo le fue en el exterior ?

–Ocupé cargos importantes, fui decana de facultad, en Puerto Rico siempre me trataron como si fuera mi patria y hasta ahora regreso cada cierto tiempo. Aprendí mucho de la acreditación universitaria en ese país.

–¿Fue la primera decana de administración de la UNP?

–Sí, cuando regresé a Piura recién estaba lo del tema de las facultades y mis colegas no tenían experiencia, entonces me pidieron que asumiera el cargo, era un reto y un honor para mí. Todos eran hombres, yo fui la única mujer, pero aún así me supe hacer respetar.

–¿En ese entonces le fue difícil que la respetaran por ser mujer?

–Si, era una sociedad muy machistas, las mujeres casi no ocupaban muchos cargos, habían pero era muy pocas. También fui profesora  y por ejemplo cuando hacían algo a veces el rector se olvidaba de tomar en cuenta a las mujeres, yo iba y reclamaba, porque todos éramos iguales.

–¿Desde ese entonces ha cambiado esta situación?

–Ya no hay  machismo como antes, pero sí persiste. El punto creo que también es que la mujer debe reconocer que ella es un ser importante en la sociedad y que sus derechos valen igual que la de los varones.

–¿Cómo se siente con los logros que ha tenido?

–Muy contenta, ha sido un honor con mi profesión servir a la sociedad. Ahora pertenezco al Club de leones y continúo haciendo labor social.    

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