Este mediodía, salvas militares resonaron en Windsor mientras una cabalgata de carrozas trasladaba al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al rey Carlos III hasta el histórico castillo del condado de Berkshire. Acompañados por la primera dama, Melania Trump, los mandatarios fueron recibidos con toda la pompa protocolaria británica en el marco de la segunda visita de Estado del líder republicano al Reino Unido.
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Mientras tanto, a 30 kilómetros de distancia, en el centro de Londres, miles de ciudadanos comenzaban a concentrarse en rechazo a la presencia del mandatario estadounidense, en una jornada de protestas sin precedentes que busca enviar un mensaje político claro: “Trump no es bienvenido”.
La voz de Billy Bragg en las manifestaciones
Entre los protagonistas de las protestas figura Billy Bragg, reconocido artista folk británico que ha denunciado la “trumpificación de la política” y la apropiación de símbolos nacionales por parte de la extrema derecha. “Es un momento de humillación nacional”, señaló el cantante, quien anunció su participación en la concentración frente al Parlamento, en Westminster, donde entonará himnos propios y se sumará a los cánticos contra el mandatario estadounidense.
Bragg, conocido por su activismo y canciones como A New England y Between the Wars, se ha posicionado como una de las voces más críticas ante la visita oficial, que según diversos sectores británicos refuerza una agenda de división y autoritarismo.
HAPPENING NOW: A huge crowd of protesters have gathered for a “Donald Trump Is Not Welcome” rally in Central London pic.twitter.com/tNRfaX3AJu
— Marco Foster (@MarcoFoster_) September 17, 2025
La Coalición Stop Trump moviliza a la sociedad civil
La jornada de acción arrancó en Portland Place, frente a la sede central de la BBC, donde se reunió la Coalición Stop Trump. Este colectivo, que integra a más de 50 organizaciones, desde Amigos de la Tierra y Amnistía Internacional hasta Campañas de Solidaridad con Palestina, Ucrania y Cuba, convocó a miles de ciudadanos con un objetivo común: rechazar la alfombra roja desplegada para Trump.
Tras discursos de líderes comunitarios y activistas, la multitud inició un recorrido por Regent Street y otras arterias céntricas de la capital británica, avanzando hacia Trafalgar Square para luego descender en dirección a Downing Street, residencia del primer ministro Keir Starmer. Finalmente, la marcha tenía como destino la explanada del Parlamento, en Westminster.
“Venimos a decirle a Starmer y a su Gobierno que planten cara a Trump”, señaló un portavoz de la Coalición, subrayando que el rechazo al presidente estadounidense trasciende líneas partidarias y agrupa a sectores muy diversos del espectro político británico.
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Rechazo a la “política del odio y división”
Los organizadores coinciden en que la visita de Trump simboliza la consolidación de una agenda basada en la confrontación y el autoritarismo. En su lugar, abogan por un marco alternativo sustentado en la paz, la justicia social y la cooperación internacional. “Adular a los matones nunca da resultados”, advirtió Billy Bragg en declaraciones previas al inicio de la manifestación.
La Coalición Stop Trump también difundió recomendaciones de seguridad para los asistentes, advirtiendo sobre posibles intervenciones policiales durante la jornada.











