Al menos cinco personas murieron y más de 430 resultaron heridas, nueve de ellas de gravedad, tras el paso de un tornado con vientos que alcanzaron los 250 kilómetros por hora en el estado de Paraná, al sur de Brasil, según informó la Defensa Civil.
Las ciudades más afectadas fueron Río Bonito do Iguaçu, donde se reportaron cuatro víctimas mortales, y Guarapuava, con una más. En total, 14 municipios declararon estado de emergencia debido a los daños estructurales y el colapso de servicios básicos.
En Río Bonito do Iguaçu, el fenómeno arrasó entre el 80 y el 90 % de las viviendas, dejando a miles de personas sin techo. “Aún no tenemos el número exacto de personas que están desabrigadas”, señaló el coronel Hudson Leoncio Teixeira, secretario de Seguridad Pública de Paraná. La ciudad, de unos 13.500 habitantes, amaneció con calles cubiertas de escombros, postes eléctricos caídos y cientos de árboles derribados.
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Equipos de rescate trabajan sin descanso
El Cuerpo de Bomberos de Paraná desplegó equipos de rescate y búsqueda en las zonas más afectadas. “Nuestros equipos encontraron un escenario de guerra. La prioridad es salvar a las personas que aún no han sido localizadas”, declaró el subcomandante Jonas Emmanuel Benghi Pinto.
La gobernación de Paraná instaló un hospital de campaña para atender la alta demanda de heridos y advirtió que el número de víctimas podría aumentar. En tanto, unas 3.000 viviendas permanecen sin electricidad ni agua potable.
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Fenómeno extremo previo a la COP30
Según los servicios meteorológicos, el tornado se formó dentro de una supercelda, una tormenta extrema caracterizada por su gran duración y una fuerte corriente rotatoria ascendente.
El gobernador Ratinho Junior aseguró que “la Defensa Civil y nuestras fuerzas de seguridad están movilizadas atendiendo las ciudades afectadas”. También anunció su viaje a la zona para evaluar los daños.
Mientras tanto, los estados vecinos Río Grande do Sul y Santa Catarina también declararon estado de emergencia por el paso de un ciclón extratropical, que se desplaza hacia el norte y podría alcanzar el estado de Sao Paulo, donde ya se han emitido alertas preventivas.
Este desastre ocurre a solo dos días del inicio de la Conferencia Climática COP30 en Belém, evento donde se abordarán los efectos del cambio climático y la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo.
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