El domingo en la mañana, Cuba vivió momentos de tensión tras registrarse un fuerte terremoto de magnitud 5,9 en la región sureste de la isla. El epicentro fue localizado en el mar, a unos 35 kilómetros de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, y a unos 175 kilómetros de Santiago de Cuba, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). A las 10:50 a.m., el temblor sacudió intensamente las provincias orientales y zonas del centro del país, como Camagüey y Ciego de Ávila, generando una gran preocupación entre la población.
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¿Cómo fue la réplica del terremoto en el sureste de Cuba?
Aproximadamente una hora después del primer sismo, se produjo una réplica de 6,8 grados, registrada por el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba (Cenais). Este segundo temblor ocurrió a unos 23,5 kilómetros de profundidad en el océano, cerca del municipio de Pilón, incrementando el nerviosismo en las comunidades afectadas. Aunque no se emitieron alertas de tsunami, los efectos de ambos sismos fueron significativos, afectando la infraestructura en diferentes zonas del oriente cubano.

Impacto en la población y testimonios de los habitantes
¿Cómo reaccionaron los habitantes de las zonas afectadas?
En varios puntos de la isla, los residentes compartieron sus experiencias con el temblor. Karen Rodríguez, una peluquera de 28 años de Caney de las Mercedes, un pequeño pueblo de Bartolomé Masó, relató: «Aquí se sintió bien duro. Había pasado como media hora del primer temblor y estábamos regresando a la casa cuando vino el segundo, que fue todavía más fuerte». Rodríguez explicó que muchas viviendas en su comunidad resultaron dañadas, con paredes agrietadas y techos colapsados. Este tipo de daños también se reportaron en otras áreas de Granma.
Liván Chávez, un soldador de 24 años de Bayamo, describió cómo «los postes se estaban moviendo, la calle, todo duró unos 20 segundos». Según Chávez, las personas reaccionaron rápidamente, corriendo hacia las calles y buscando resguardarse. En Santiago de Cuba, Andrés Pérez, un jubilado de 65 años, contó que el temblor obligó a muchos a evacuar sus viviendas: «Se sintió muy fuerte realmente, mi esposa es un manojo de nervios».
¿Qué otros testimonios reflejan el impacto emocional del terremoto en Cuba?
Dalia Rodríguez, una ama de casa en Santiago de Cuba cuya vivienda sufrió grietas, narró su experiencia con el segundo sismo: «Pensaba que me iba a dar algo, todo el mundo salió para la calle». En la barriada de Altamira, en el centro de Santiago, los residentes también evacuaron rápidamente sus hogares buscando seguridad. Elsa, de 61 años, compartió: «Tenía una palangana en la azotea que se cayó, mi nieto empezó a llorar de miedo».
Daños estructurales y afectación de las comunicaciones
¿Qué daños materiales se reportaron en Granma y otras localidades?
La provincia de Granma fue una de las más afectadas por el terremoto en Cuba. En los municipios de Pilón y Niquero se registraron derrumbes parciales de estructuras, escaleras caídas y paredes agrietadas en varias viviendas. Eugenio Pérez Almarales, periodista oficial, confirmó estos daños en sus reportes. Las comunicaciones también se vieron afectadas; el periodista Cuscó Tarradell informó que «muchos teléfonos móviles y fijos se quedaron sin cobertura de red tras el temblor».
¿Cómo ha afectado el terremoto en Cuba a una población ya impactada por otros desastres?
El sismo ocurre en un momento delicado para Cuba, que recientemente fue azotada por el huracán Rafael, de categoría 3, el cual dejó un apagón generalizado en la isla durante casi dos días. La acumulación de desastres naturales ha dejado una marca significativa en la población, que sigue en estado de alerta.
Historia sísmica y contexto geológico en la región cubana
¿Es común que ocurran terremotos en Cuba?
Cuba se encuentra en una zona tectónica activa, en el área de la falla geológica de Oriente, que es conocida por su alta actividad sísmica y comparte características geológicas con República Dominicana y México. Durante el año, el Cenais ha registrado 7,475 sismos en la isla, de los cuales 14 fueron perceptibles, con magnitudes de hasta 5,9 en la escala de Richter.
Aunque este terremoto en Cuba generó mayor impacto, no es el primer sismo significativo que la isla ha experimentado en los últimos años. El 17 de octubre, un temblor de magnitud 5,1 sacudió Santiago de Cuba sin causar grandes daños, y en enero de 2020, un terremoto de 7,7 en el mar Caribe también se sintió en múltiples provincias, provocando evacuaciones de edificios en La Habana.











