El Gobierno de Singapur, conocido por sus estrictas leyes antidrogas, anunció que a partir del 1 de septiembre de 2025 aplicará penas de hasta 20 años de prisión y 15 azotes a quienes importen o distribuyan vapeadores que contengan etomidato, un potente anestésico de acción corta.
El ministro de Salud, Ong Ye Kung, advirtió que los vapeadores “se han convertido en una puerta de entrada al abuso de sustancias”, especialmente entre jóvenes menores de 30 años.
Reformas contra el vapeo y el etomidato
La venta y uso de vaporizadores está prohibida en Singapur desde 2018, pero la presencia de etomidato —también conocido como kpod— ha elevado la preocupación de las autoridades. El primer ministro Lawrence Wong adelantó la semana pasada la reforma legal que ahora se hace oficial.
Según la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), la sustancia ya se había expandido en Europa del Este y el Sudeste Asiático con fines médicos, aunque su consumo recreativo se considera de alto riesgo.
En enero de 2025, la policía singapurense desmanteló una red de distribución de vapeadores relacionados con este químico.
Nuevas sanciones: importadores y vendedores bajo la lupa
- Importadores: hasta 20 años de prisión y 15 azotes.
- Vendedores: hasta 10 años de prisión y 5 azotes.
- Consumidores: programas de rehabilitación obligatorios y multas de entre 500 y 700 dólares singapurenses (USD 388 – 544). Si reinciden, podrían enfrentar hasta 2 años de cárcel.
Estas sanciones marcan un endurecimiento drástico respecto a la pena anterior, que contemplaba un máximo de 2 años de cárcel sin castigos corporales.
Estrategias complementarias
Para desalentar el consumo, el Gobierno instalará contenedores de recolección voluntaria de vapeadores antes de aplicar medidas coercitivas.
“Muchos jóvenes empezaron a vapear creyendo que era menos dañino que el tabaco, pero el etomidato ha demostrado lo contrario”, advirtió Ong.
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