La mujer era una empresaria que tenía 3 negocios en Guayaquil. Ya había sido amenazada de muerte. Futbolista y su pareja llegaron a carnicería a comprar una pierna de cerdo y acabaron asesinados a tiros.
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Una joven peruana, que gerenciaba tres negocios en Guayaquil, es la dama que fue asesinada junto a su pareja sentimental, Mario Pineida Martínez, de 33 años, zaguero del club Barcelona de Ecuador.
El doble asesinato ocurrió en el frontis de una carnicería, situada en el norte de Guayaquil, en Ecuador. Se trata de Guissella Fernández Ramírez, de 39 años, quien tenía un negocio de venta de teléfonos celulares de alta gama en el sector de La Bahía, en el centro de Guayaquil.
Tenía tres empresas
En el sitio web de la Superintendencia de Compañías de Ecuador consta que fue accionista en tres empresas: una especializada en la venta de celulares y accesorios, otra dedicada a las representaciones deportivas y la tercera, cuya actividad principal eran los viveros.
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La madre de la emprendedora, a su llegada a Guayaquil, declaró a la prensa que su hija no tenía enemigos y no se escondía de nadie. Afirmó que no tenía seguridad personal.
Habría sido amenazada
De manera extraoficial, Ecuavisa informó que Guissella Fernández habría sido amenazada. Además, otros medios informativos ecuatorianos señalan que la empresaria administraba considerables montos de dinero de manera informal lo cual le habría traído problemas.
La Policía ecuatoriana realiza una exhaustiva investigación para conocer cual de las dos víctimas mortales era el objetivo principal de los dos despiadados gatilleros que dispararon varias veces contra el deportista y la joven negociante.
Huyen en dos motos
Mario Pineida y Guissella Fernández llegaron a una carnicería a bordo de una camioneta. La madre del jugador los acompañaba, quien resultó herida durante la balacera. La pareja llegó a buscar una pierna de chancho para las festividades.
Fueron dos los sicarios que dispararon, según se observa en un video difundido la mañana de ayer.
Los criminales huyeron en dos motos. Al menos uno de los vehículos fue localizado y hay un sospechoso detenido por el feroz ataque.
Descartan asalto
Las primeras diligencias descartaron el robo como móvil del crimen. El vehículo no fue robado, las pertenencias quedaron intactas.
Para la Policía ecuatoriana, se trató de un ataque selectivo, ejecutado con precisión y en pocos segundos, una modalidad que se repite en otros hechos vinculados al sicariato urbano.
En las últimas horas, las autoridades confirmaron la detención de un sospechoso presuntamente implicado en el asesinato.
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