La reciente propuesta del gobierno de Donald Trump para considerar al Perú como Aliado Principal No Miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha generado un amplio debate en el escenario político y diplomático nacional. El canciller peruano, Hugo de Zela, calificó esta iniciativa como una decisión política de gran importancia estratégica, al subrayar que refleja el alto nivel de confianza que Estados Unidos deposita en el país en materia de seguridad y defensa regional.
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En declaraciones al diario El Comercio, el titular de la Cancillería sostuvo que la propuesta impulsada por la administración de Donald Trump constituye un reconocimiento al rol del Perú como socio confiable en América Latina, en un contexto marcado por desafíos comunes como la delincuencia organizada transnacional, el narcotráfico y otras amenazas a la seguridad continental.
¿Qué implica la propuesta de Donald Trump para el Perú?
El planteamiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca que el Perú sea designado como Aliado Principal No Miembro de la OTAN, una categoría conocida por sus siglas en inglés como MNNA (Major Non-NATO Ally). Según explicó Hugo de Zela, se trata de un estatus privilegiado que solo alrededor de una veintena de países en el mundo ostentan actualmente.
Desde la perspectiva diplomática, esta designación no supone la incorporación del Perú a la OTAN ni compromisos automáticos de defensa colectiva. Sin embargo, sí representa un salto cualitativo en la relación bilateral con Estados Unidos, al abrir la puerta a mayores niveles de cooperación política, militar y tecnológica.
Una decisión política de alto nivel estratégico
Para el canciller, el anuncio del gobierno de Donald Trump debe entenderse como una señal política clara. “Es una decisión de significativa relevancia, porque ratifica la confianza de los Estados Unidos en el Perú como aliado estratégico en la región en materia de seguridad y defensa”, afirmó.
La Cancillería peruana ha presentado este diálogo bilateral como parte de una relación basada en intereses comunes. En particular, se resalta la convergencia de objetivos en temas sensibles como la lucha contra el crimen organizado, el control del narcotráfico y la estabilidad regional, factores que han cobrado mayor importancia en la agenda internacional.
¿Cuál es el procedimiento para la designación como aliado de la OTAN?
Hugo de Zela detalló que la propuesta de Donald Trump debe seguir un procedimiento formal dentro del sistema político estadounidense. En concreto, el presidente de Estados Unidos debe notificar al Congreso con una anticipación de 30 días sobre su intención de designar al Perú como MNNA.
Este proceso no requiere una votación parlamentaria. La notificación tiene como finalidad poner en conocimiento a los congresistas, quienes pueden formular objeciones si lo consideran necesario. Transcurrido el plazo de 30 días desde la notificación —que, según indicó el canciller, ocurrió el jueves pasado—, el mandatario estadounidense queda facultado para realizar la designación de manera oficial.
Beneficios concretos para el Perú en materia de defensa
De concretarse la formalización del Perú como Aliado Principal No Miembro de la OTAN, el país accedería a una serie de beneficios estratégicos. Entre ellos, el canciller destacó el acceso prioritario a material de defensa de origen estadounidense, así como la posibilidad de firmar acuerdos de capacitación operativa para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Asimismo, esta condición permitiría un mayor intercambio en áreas como la tecnología satelital, el desarrollo de proyectos conjuntos de investigación en defensa y la modernización de capacidades logísticas y operativas. Estos elementos, según la Cancillería, fortalecerían la respuesta del Estado frente a amenazas complejas y de carácter transnacional.
Cooperación en seguridad y lucha contra el crimen organizado
La propuesta impulsada por Donald Trump se enmarca en una cooperación que ya viene dando resultados concretos. Hugo de Zela recordó que la asociación estratégica con Estados Unidos ha permitido la firma del Acuerdo de Interceptación Aérea, una herramienta clave en la lucha contra el narcotráfico.
Además, mencionó la donación de nueve helicópteros Black Hawk destinados a la Policía Nacional del Perú, así como la reciente visita de un equipo de asesores estadounidenses especializados en seguridad y combate al crimen organizado. Esta delegación fue liderada por una alta autoridad del Buró Federal de Investigaciones (FBI), lo que evidencia, según el canciller, el nivel de compromiso bilateral.
¿Por qué Estados Unidos considera al Perú un aliado estratégico?
De acuerdo con la visión del gobierno peruano, la iniciativa de Donald Trump responde a una evaluación integral del rol que cumple el Perú en la región. La estabilidad política relativa, la cooperación sostenida en seguridad y la disposición a trabajar de manera conjunta frente a amenazas comunes han sido factores determinantes.
En ese sentido, la Cancillería sostiene que esta propuesta no surge de manera aislada, sino como resultado de una relación de largo plazo basada en la confianza mutua y en acciones coordinadas. Para Lima, el eventual reconocimiento como MNNA consolidaría una posición estratégica del país en el tablero geopolítico regional, sin alterar su política exterior independiente ni sus compromisos multilaterales.
Preguntas frecuentes sobre la propuesta de Donald Trump
¿El Perú pasaría a ser miembro de la OTAN?
No. La propuesta de Donald Trump no implica que el Perú se convierta en miembro de la OTAN, sino que obtenga el estatus de Aliado Principal No Miembro, una categoría distinta que no conlleva obligaciones de defensa colectiva.
¿Qué impacto tendría en la política exterior peruana?
Según el canciller Hugo de Zela, la designación reforzaría la cooperación bilateral con Estados Unidos, sin afectar la autonomía de la política exterior del Perú ni sus relaciones con otros países o bloques internacionales.
¿Cuándo podría concretarse la decisión?
Tras la notificación al Congreso estadounidense y el cumplimiento del plazo de 30 días, el presidente Donald Trump puede proceder con la designación formal, siempre que no existan objeciones significativas.











