La alegría de los payasos piuranos se diluye cada día más por la difícil situación que actualmente afrontan debido a la crisis provocada por el COVID-19 en el país. Aún así muchos de ellos, artistas de corazón, persisten; mientras que otros se han visto obligados a dejar el espectáculo para poder subsistir.
Gustavo Albán, o simplemente “Pocholín”, es uno de los payasitos más conocidos en Piura y hoy nos cuenta que tuvo que –con mucha pena- deshacer el grupo de artistas con el que trabajaba antes de las cuarentenas. “Yo soy un payaso de corazón”, afirma, antes de comentar que en el internet le ha permitido no alejase de su público y tener ingresos económicos a través de shows virtuales o con videosaludos.
Hamsel Litano, muy a pesar suyo, ha tenido que colgar la nariz roja a raíz de la crisis para trabajar en otros rubros. “Los eventos se cancelaron y las deudas aumentaron”, comenta.
La drama que hoy viven los payasos en Piura lleva a Lucio Gallo, presidente de la Asociación Cultural de la ciudad de Piura de Payasos, Animadores y Artistas (ACCPPAA), a pedir a las autoridades permitan retomar las presentaciones. Eso sí, dice, bajo las más estrictas medidas de prevención contra el coronavirus.
“Muchos de nosotros, los artistas, continuaremos incursionando en otras actividades”, manifiesta, antes de solicitar que se les permita retomar shows.
Datos
- La mayoría de los payasos piuranos se han visto obligados a incursionar en la venta de comida, frutas y verduras, ropa, productos de bioseguridad, entre otros.
- Los artistas aseguran que muchos no han recibido ninguno de los bonos ofrecidos durante la cuarentena.
Por César Masías