La ciudad de Barranquilla, Colombia, vive momentos de conmoción tras confirmarse la muerte de al menos 11 personas y la hospitalización de otras ocho a causa de una intoxicación masiva provocada por el consumo de un licor adulterado conocido como “cococho”.
El hecho ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias y policiales, que investigan el origen de la bebida y han iniciado una campaña urgente para advertir sobre los riesgos del consumo de alcohol de dudosa procedencia.
Según la Policía, cada botella era vendida a tan solo 50 centavos de dólar, y la mayoría de víctimas eran personas en situación de calle.
Fatídica noche en Colombia
El suceso comenzó a evidenciarse el martes 23 de septiembre, cuando varias personas empezaron a presentar síntomas graves de intoxicación. Los afectados fueron trasladados de emergencia al Nuevo Hospital Barranquilla por agentes de la Policía Metropolitana.
El primer paciente, Emérito Alberto Miranda Ospino, de 47 años, llegó sin signos vitales, lo que encendió las alertas médicas. “Llegaron en un estado muy crítico. El primero prácticamente sin signos vitales y, a pesar de los intentos de reanimación, falleció al ingresar”, explicó el toxicólogo Agustín Guerrero, encargado de atender a los afectados.
Con el correr de las horas, otros pacientes presentaron síntomas similares, visión borrosa, dolores intensos y espuma en la boca, confirmando la magnitud de la intoxicación masiva.
Testimonios de la tragedia en Colombia
La tragedia quedó reflejada en los relatos de quienes presenciaron la emergencia. Un testigo narró a la prensa: “Venían doblados, con espuma en la boca. Se veía clarito. Estaban todos desorientados. Los trajeron en carretillas”.
Por su parte, Elías Manuel Rivera, hermano de uno de los sobrevivientes, relató entre lágrimas: “No me lo han dejado ver. Me dicen que está en UCI. Anoche hablé con él y le pedí que dejara de tomar. Me respondió: ‘No, tranquilo, mi hermano’”.











