La veterana rusa de la Segunda Guerra Mundial, Maria Koltakova, conocida mundialmente como la “abuela de hierro” por su espíritu indomable y sus 16 récords Guinness en deportes extremos a partir de los 90 años, falleció este domingo a los 104 años, según confirmó Alexandr Gúsev, gobernador de la región de Voronezh.
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“Cuando nos deja una persona así, el mundo se vuelve más pobre. Maria Koltakova fue una personalidad legendaria”, expresó Gúsev en su cuenta de Telegram, recordando además su valentía durante la Gran Guerra Patria, donde defendió Voronezh como voluntaria del Ejército Rojo.
Una vida de heroísmo y hazañas
Koltakova se unió al ejército en 1942 en un batallón sanitario y participó en la liberación de Polonia, Ucrania y Checoslovaquia. Durante la guerra rescató a más de 300 soldados heridos en el frente y resultó herida poco antes del final del conflicto, cerca de Berlín.
A pesar de su edad avanzada, jamás perdió su espíritu aventurero. Entre sus logros más sorprendentes están pilotear un avión de combate SU-34 a los 99 años, conducir un tanque T-72 B3, lanzarse en paracaídas, bucear y volar en globos aerostáticos.
Desde 2015, Koltakova consiguió inscribir 16 récords en el Libro de Récords de Rusia, convirtiéndose en un referente de longevidad activa y valentía.
El legado de la “abuela de hierro”
Apasionada por los retos, llegó a afirmar tras manejar un caza de combate que “no quería soltar el control”. Su instructor, el teniente coronel Andréi Diachenko, quedó sorprendido por su destreza, calificando la experiencia como única.
Koltakova demostró que la edad nunca fue un límite. Con más de un siglo de vida, deja un legado de coraje, resiliencia y superación personal que seguirá inspirando a generaciones futuras.
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