El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, protagonizó este martes un nuevo cruce verbal con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, luego de que este último le advirtiera que no tome represalias contra los migrantes venezolanos durante su próximo Gobierno. En respuesta, Kast calificó al jefe de Estado de Venezuela como un “narcodictador” y restó importancia a sus declaraciones.
Tras imponerse en la segunda vuelta electoral con el 58,1 % de los votos, Kast se convertirá en el primer presidente de ultraderecha de Chile desde el retorno a la democracia. En declaraciones ofrecidas desde el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, en Santiago, el mandatario electo sostuvo que los comentarios de Maduro no influyen en su agenda política ni en las decisiones que adoptará una vez que asuma el poder.
“El señor Maduro es un dictador, un narcodictador, y sus palabras me tienen sin cuidado”, afirmó Kast minutos antes de viajar a Argentina para reunirse con el presidente Javier Milei. En ese contexto, señaló que el gobernante venezolano atraviesa una situación compleja debido a la presión internacional, especialmente de Estados Unidos, y dejó entrever que otros países podrían sumarse a esas acciones.
Kast agregó que el narcotráfico y la exportación de drogas no son prácticas aceptables para la comunidad internacional y que ese fenómeno explica parte del aislamiento que enfrenta el régimen venezolano. Sus declaraciones se produjeron luego de que Maduro, a diferencia de otros líderes de izquierda de la región, evitara felicitarlo por su victoria electoral.
Desde Caracas, el presidente venezolano cuestionó duramente a Kast y recordó su respaldo histórico al régimen militar de Augusto Pinochet, que gobernó Chile entre 1973 y 1990. Durante su programa televisivo transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión, Maduro lanzó una advertencia directa al futuro mandatario chileno, instándolo a no vulnerar los derechos de los ciudadanos venezolanos que residen en Chile.
“Usted podrá ser pinochetista convicto y confeso, pero cuidado si le toca un pelo a un venezolano. Los venezolanos se respetan”, expresó Maduro, quien además sostuvo que cualquier acción contra Venezuela tendría consecuencias políticas. “El que se mete con Venezuela se seca, y usted se puede secar aceleradamente”, añadió.
Las tensiones entre ambos líderes se explican, en parte, por la postura que Kast ha mantenido durante años respecto al pasado reciente de Chile. El ahora presidente electo votó a favor de la continuidad de la dictadura de Pinochet en el plebiscito de 1988 y ha defendido en reiteradas ocasiones algunos aspectos de ese periodo, una posición que genera rechazo en amplios sectores políticos de la región.
Durante la campaña, Kast centró su discurso en la seguridad ciudadana y la migración irregular, temas que, según él, forman parte de la peor crisis que atraviesa Chile en las últimas décadas. Su propuesta principal es la conformación de un “gobierno de emergencia” que aplique medidas de mano dura para combatir la delincuencia y ordenar el flujo migratorio.
Entre sus iniciativas destacan las expulsiones masivas de migrantes en situación irregular, un mayor despliegue de las fuerzas policiales, el reforzamiento de la frontera norte mediante vallas y zanjas, así como la tipificación de la migración irregular como un delito. Estas propuestas han generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y gobiernos de la región.
Como parte de su estrategia electoral, Kast mantuvo activa una cuenta regresiva con los días que, según su plan, les restan a cerca de 340.000 migrantes irregulares para abandonar voluntariamente Chile antes de su asunción al poder. Este enfoque ha sido uno de los puntos más controvertidos de su programa y anticipa un escenario de alta tensión política en el inicio de su mandato.
El intercambio de declaraciones entre Kast y Maduro marca un primer episodio de fricción diplomática y adelanta una relación compleja entre Chile y Venezuela durante el próximo Gobierno chileno.
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