En un giro crítico en el conflicto, Israel anunció el 29 de agosto de 2025 que la Ciudad de Gaza fue declarada zona de combate, marcando el inicio de una nueva fase en su ofensiva para controlar esta área devastada. Esta decisión, acompañada de la suspensión de las pausas tácticas para la entrega de ayuda humanitaria, agrava la crisis en una región ya golpeada por la hambruna, según la ONU.
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¿Por qué Israel declaró a Gaza como zona de combate?
El Ejército israelí, bajo la dirección del gobierno de Benjamin Netanyahu, aprobó el 8 de agosto un plan para tomar el control de la Ciudad de Gaza, la más grande del enclave palestino. Este 29 de agosto, el portavoz militar Avichay Adraee anunció que la ciudad es ahora una zona de combate peligrosa, intensificando los ataques para desmantelar Hamás y recuperar a los rehenes secuestrados. Esta estrategia incluye la movilización de 60,000 reservistas desde el 20 de agosto, marcando una escalada sin precedentes en los últimos 22 meses de conflicto.
Impacto de la suspensión de pausas humanitarias
La decisión de suspender las pausas tácticas, que permitían la entrada limitada de alimentos entre las 10:00 y las 20:00, profundiza la crisis humanitaria en Gaza. La ONU declaró el 22 de agosto la hambruna en la Gobernación de Gaza, y la interrupción de estas pausas agrava la situación para los palestinos, quienes enfrentan condiciones extremas. Las agencias humanitarias han señalado que la ayuda permitida por Israel era insuficiente, y los centros de distribución se han convertido en trampas mortales, con miles de civiles asesinados por soldados israelíes al buscar comida.
¿Qué significa la recuperación de rehenes para el conflicto?
En paralelo, Israel confirmó la recuperación de los cuerpos de dos rehenes, incluido Ilan Weiss, secuestrado durante el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023. Según la oficina de Netanyahu, 49 rehenes permanecen en Gaza, de los cuales solo 20 estarían con vida. Este hallazgo refuerza la narrativa israelí de continuar la ofensiva hasta recuperar a todos los secuestrados, aunque las operaciones militares han generado críticas internacionales por su impacto en los civiles.
Consecuencias devastadoras según la ONU
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que esta nueva fase de la ofensiva traerá consecuencias devastadoras para los gazatíes. Guterres denunció que los esfuerzos humanitarios son bloqueados y que la hambruna es resultado de “decisiones deliberadas”. Subrayó que el acceso humanitario debe ser irrestricto y que el uso del hambre como arma de guerra es inaceptable. La comunidad internacional ha instado a Israel a detener esta escalada, pero Netanyahu ha sugerido que la ofensiva podría extenderse a otras zonas de Gaza.
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