El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, aseguró que su país atraviesa una situación de confrontación sin precedentes y afirmó que se encuentra en una “guerra total” con Estados Unidos, Israel y Europa. La declaración, realizada el sábado 27 de diciembre de 2025, eleva la tensión geopolítica en Medio Oriente y se produce en un contexto marcado por sanciones internacionales, enfrentamientos militares recientes y el estancamiento de las negociaciones nucleares.
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Irán denuncia una ofensiva múltiple de Estados Unidos, Israel y Europa
En una entrevista difundida en la página web oficial del líder supremo iraní, Ali Jameneí, Pezeshkian acusó a Washington, Tel Aviv y las potencias europeas de intentar cercar a Irán “por todos los frentes” con el objetivo de debilitar al Estado y provocar su colapso interno.
“Estamos en una guerra total con Estados Unidos, Israel y Europa. Ellos no quieren que nuestro país se mantenga en pie”, declaró el mandatario. Según explicó, la actual confrontación no se limita al ámbito militar, sino que abarca dimensiones económicas, políticas, culturales y de seguridad, lo que —a su juicio— la convierte en un conflicto más complejo que la guerra entre Irán e Irak de la década de 1980.
Una guerra distinta a la de Irak: presión económica y aislamiento
Pezeshkian sostuvo que, a diferencia del conflicto con Irak, la actual situación implica una estrategia integral de desgaste. “Ahora nos están cercando por todos los frentes, nos ponen bajo presión y en aprietos, nos crean problemas económicos, culturales, políticos y de seguridad”, afirmó.
En ese contexto, el presidente iraní apuntó directamente a las sanciones impuestas por Estados Unidos y respaldadas por organismos internacionales, incluidas las Naciones Unidas, a raíz del programa nuclear de Irán. Estas medidas han tenido un impacto severo en la economía nacional, que enfrenta una inflación interanual cercana al 42 % y una sostenida devaluación de su moneda.
El impacto de las sanciones en la economía iraní
Desde la restauración de las sanciones internacionales a finales de septiembre, promovida por Alemania, Francia y el Reino Unido, el rial iraní ha perdido más del 24 % de su valor. Este escenario ha incrementado el costo de vida, reducido el poder adquisitivo de la población y profundizado la crisis económica que atraviesa Irán.
Analistas regionales señalan que la presión financiera busca limitar la capacidad del país para sostener su programa nuclear y su influencia en Medio Oriente, aunque Teherán sostiene que estas medidas constituyen una forma de “guerra económica” dirigida contra su soberanía.
La guerra de doce días entre Irán e Israel
Las declaraciones de Pezeshkian también hacen referencia a la escalada militar ocurrida en junio, cuando Irán e Israel se enfrentaron en una guerra de doce días que dejó un saldo devastador. Durante ese conflicto, instalaciones nucleares, militares y civiles iraníes fueron bombardeadas, provocando la muerte de más de 1.000 personas, entre ellas altos mandos militares y científicos vinculados al programa nuclear.
Teherán respondió con el lanzamiento diario de misiles y drones contra territorio israelí. Según datos oficiales, estos ataques causaron la muerte de unas 30 personas, además de importantes daños materiales.
Intervención de Estados Unidos en el conflicto
Estados Unidos también intervino de manera directa en la escalada bélica, ejecutando ataques contra las tres principales plantas nucleares de Irán. Washington justificó su accionar como una medida para frenar el avance del programa nuclear iraní, mientras que Teherán lo calificó como un acto de agresión directa.
La breve pero intensa guerra dejó en evidencia la fragilidad del equilibrio regional y elevó el riesgo de un conflicto de mayor escala en Medio Oriente.
Negociaciones nucleares estancadas y exigencias de Washington
El estallido de la guerra tuvo un efecto inmediato en el plano diplomático. Las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos quedaron suspendidas y, hasta el momento, no se ha logrado reactivarlas.
La República Islámica se niega a retomar el diálogo bajo las condiciones planteadas por Washington, que exige el cese del enriquecimiento de uranio, la limitación del alcance de los misiles iraníes y el fin del apoyo de Teherán a grupos armados regionales como Hizbulá, en Líbano, y Hamás, en Palestina.
¿Por qué Irán rechaza retomar las conversaciones?
Desde Teherán consideran que estas demandas son excesivas y vulneran su derecho a desarrollar un programa nuclear con fines civiles. Las autoridades iraníes sostienen que aceptar dichas condiciones significaría ceder ante una estrategia de presión diseñada para debilitar su influencia regional.
En este escenario, Irán insiste en que cualquier negociación debe basarse en el levantamiento previo de las sanciones y en el reconocimiento de su soberanía.
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