Argentina registró en el primer trimestre de 2025 ingresos netos por inversión extranjera directa (IED) de 611 millones de dólares, lo que representa una caída del 90,2 % en comparación con el mismo período de 2024, según datos difundidos este jueves por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
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De acuerdo con el informe oficial, la IED mostró una leve mejora respecto a los últimos tres meses de 2024, cuando se contabilizaron apenas 90 millones de dólares en ingresos netos. Sin embargo, la contracción interanual refleja el fuerte impacto que han tenido en la economía argentina las reformas estructurales y el severo plan de ajuste implementado por el Gobierno de Javier Milei.
Composición de los flujos de inversión
El saldo positivo del primer trimestre de 2025 se explicó principalmente por:
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Reinversión de utilidades: 1.465 millones de dólares.
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Aportes de capital: 510 millones de dólares.
Estos ingresos fueron parcialmente compensados por:
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Salidas netas por fusiones y adquisiciones: 1.182 millones de dólares.
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Cancelaciones de deuda: 182 millones de dólares.
El contraste con los datos de 2024 es significativo. En el primer trimestre del año pasado, Argentina había recibido 6.258 millones de dólares en inversión extranjera directa, cifra que se redujo drásticamente a lo largo del año debido a la incertidumbre económica y a la aplicación de las medidas de ajuste fiscal.
Posición de la inversión extranjera en Argentina
Al cierre de marzo de 2025, la posición pasiva bruta de la IED en Argentina alcanzó los 187.029 millones de dólares, reflejando la magnitud del capital extranjero presente en el país, aunque con señales de menor dinamismo en los nuevos flujos de inversión.
Estados Unidos, principal origen de la IED
El informe del Banco Central también detalla que Estados Unidos se mantuvo como el principal inversor extranjero en Argentina, con un ‘stock’ de 31.882 millones de dólares, equivalente al 17 % del total de las inversiones extranjeras directas.
Otros países con importante presencia en el mercado argentino son España, Países Bajos y Brasil, aunque ninguno alcanza la magnitud de la inversión estadounidense.
Contexto económico y perspectivas
El desplome de la inversión extranjera directa refleja la cautela de los inversores internacionales frente al programa económico de Javier Milei, que incluye políticas de austeridad, reducción del gasto público y apertura comercial.
Si bien el Gobierno argentino sostiene que estas medidas son necesarias para estabilizar la economía y generar confianza a largo plazo, los datos revelan que en el corto plazo persiste un clima de incertidumbre que limita la llegada de capitales frescos.
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Los analistas coinciden en que la evolución de la IED dependerá de la capacidad del Ejecutivo para mantener la estabilidad macroeconómica, mejorar la seguridad jurídica y avanzar en acuerdos bilaterales que fomenten la llegada de nuevas inversiones.
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