La Policía de Kiev ha examinado hasta la fecha los cadáveres de 1.202 civiles muertos por las fuerzas rusas, en la región en torno a la capital, desde el inicio de la guerra (pasado 24 de febrero). Así lo informaron este sábado las autoridades.

Sufrieron tortura 

Efectivos policiales regionales proporcionaron el dato mediante un comunicado, en el que anunció el hallazgo de tres cadáveres con signos de tortura en una fosa del suburbio de Bucha, ocupado por el Ejército ruso hasta finales de marzo.

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El último viernes, se encontraron los cuerpos de 3 hombres en una fosa en el bosque. Estos presentaban heridas de bala en las extremidades, las mismas que el jefe de la Policía de Kiev, Andriy Nebitov, atribuyó a actos de tortura por parte de soldados rusos.

“Finalmente, cada uno de los hombres recibió un disparo en la oreja”, agregó Nebitov. Además, indicó que se trataba de otra fosa común más en un distrito donde ocupantes torturaron y asesinaron a “más de un millar de ciudadanos”.

Los tres cuerpos tenían las manos atadas y los ojos vendados, y dos estaban amordazados, según el comunicado. Este precisó que, luego que la Policía examinara los cadáveres, habían pasado a manos de los médicos forenses.

La información iba acompañada de un video en el que podía verse una parte de las labores de exhumación, en una zona boscosa, en la que también podían apreciarse vehículos quemados.

Cadáveres abandonados

Tras la retirada de las tropas rusas de Bucha, centenares de cadáveres de civiles se hallaron en las calles, abandonados en los emplazamientos en los que habían sido abatidos, y se descubrieron varias fosas comunes.