Una tragedia sacudió este martes a la comunidad educativa de un instituto de secundaria en Nogent, al noreste de Francia, donde una vigilante escolar de 31 años murió tras ser apuñalada por un estudiante de 14 años durante un control rutinario de mochilas a la entrada del centro. Así lo confirmaron las autoridades del departamento de Alto Marne.
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La víctima fue trasladada de urgencia al hospital en estado crítico, pero lamentablemente no logró sobrevivir a las heridas. El joven atacante, quien inicialmente fue reportado como un estudiante de 15 años, fue detenido por la Gendarmería Nacional, aunque durante el arresto, un agente resultó levemente herido en una mano.
Tras el ataque, el instituto activó el protocolo de seguridad, confinando a los 324 alumnos del centro para garantizar su integridad. Asimismo, se desplegó un equipo de atención psicológica para apoyar a estudiantes, docentes y personal educativo.
Macron y autoridades reaccionan ante el crimen
El presidente Emmanuel Macron expresó su pesar a través de la red social X, asegurando que “el país está en duelo” y que “el Gobierno está movilizado para combatir la criminalidad”. Por su parte, la ministra de Educación, Élisabeth Borne, se desplazó de inmediato al lugar de los hechos, destacando “la valentía y profesionalismo del personal que logró reducir al agresor y proteger a los estudiantes”.
Polémica política y críticas a la gestión de seguridad escolar
El presidente de la región del Gran Este, Laurent Wauquiez, calificó lo sucedido como “una nueva tragedia inaceptable”, criticando la falta de firmeza del Gobierno en materia de seguridad escolar. En el mismo tono, la líder opositora Marine Le Pen declaró que “el pueblo francés exige medidas duras y eficaces contra la violencia juvenil”.
Este lamentable suceso ocurre apenas seis semanas después de otro ataque similar en Nantes, donde un estudiante apuñaló mortalmente a una compañera e hirió gravemente a otros tres adolescentes. A raíz de aquel incidente, el primer ministro François Bayrou había solicitado reforzar los controles de seguridad en los centros educativos, incluyendo el uso de detectores de metales.
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