Más de 70 millones de personas en 27 estados y Washington D.C. enfrentaron este verano niveles de humedad sin precedentes, con puntos de rocío históricos que transformaron los meses de junio y julio de 2025 en los más húmedos jamás registrados en gran parte del este de Estados Unidos.
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El científico climático Cameron Lee, de la Universidad Estatal de Kent, describió como “fuera de cualquier escala habitual” los puntos de rocío de hasta 27.8 °C registrados en Ohio, señalando que los días “súper pegajosos” se extienden ahora a más zonas y durante más tiempo.
Datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus, citados por The Associated Press (AP), confirman un récord de días con puntos de rocío promedio diarios iguales o superiores a 18.3 °C en 27 estados.
Veranos más cálidos y noches peligrosamente húmedas
En ciudades como Filadelfia (29 días), Washington (27) y Baltimore (24), se alcanzaron puntos de rocío de 23.9 °C o más durante varias jornadas. Este nivel de humedad, considerado “opresivo” por el propio Servicio Meteorológico Nacional, ha provocado noches inusualmente cálidas que impiden al cuerpo recuperarse del calor diurno, aumentando el riesgo de golpes de calor y problemas cardiovasculares.
Zack Taylor, jefe de operaciones de pronóstico del Centro de Predicción del Tiempo, advirtió que la falta de enfriamiento nocturno “puede desgastar el organismo en pocos días, especialmente en personas sin acceso a aire acondicionado o centros de enfriamiento”. Ciudades como Raleigh, Charlotte, Nashville, Virginia Beach y Wilmington registraron récords históricos en temperaturas mínimas nocturnas.
Tendencia vinculada al cambio climático
El promedio nacional al este de las Montañas Rocosas superó los 18.9 °C, la cifra más alta desde 1950. Según Copernicus, el punto de rocío veraniego en la región ha aumentado 1.4 °C desde mediados del siglo XX, un cambio que los expertos consideran consecuencia directa del calentamiento global por la quema de combustibles fósiles.
El fenómeno no afecta a todo el país por igual: mientras el oeste sigue siendo más seco, el sur húmedo está expandiendo sus condiciones hacia áreas históricamente más frescas, cambiando drásticamente la experiencia veraniega para millones de estadounidenses.











