El Puerto de Long Beach, uno de los principales puntos de entrada de mercancías a Estados Unidos, registró un accidente este martes 9 de septiembre cuando más de 50 contenedores cayeron al océano Pacífico desde el buque Mississippi, atracado en la Terminal G. El hecho obligó a suspender temporalmente las operaciones, aunque no se reportaron heridos, según informó ABC7.
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De acuerdo con Art Marroquin, vocero del puerto, el buque había estado en China semanas atrás y permanecía en el muelle al momento del incidente. Las imágenes difundidas muestran cómo los contenedores se precipitaron al agua de forma abrupta, algunos de ellos golpeando al STAX 2, un barco antipolución anclado junto al Mississippi, mientras un remolcador intentaba rescatar parte de la carga.
La Guardia Costera de Estados Unidos activó un operativo de emergencia, estableció una zona de seguridad de 457 metros y desplegó un helicóptero para monitorear la dispersión de los contenedores. Miembros de la tripulación utilizaron mangueras de alta presión para evitar que las cargas flotantes se alejaran mar adentro.
Las imágenes aéreas revelaron decenas de estructuras metálicas flotando y objetos personales, como ropa y zapatos, esparcidos en el agua, lo que reflejaba la magnitud del accidente.
Las autoridades portuarias confirmaron que se inició una investigación para determinar las causas del suceso y aún no se ha precisado el contenido de los contenedores.
El Puerto de Long Beach, ubicado a 32 kilómetros de Los Ángeles, gestiona cada año más de 9 millones de contenedores y concentra junto con el puerto de Los Ángeles cerca del 40% de las importaciones marítimas de Estados Unidos, por lo que cualquier interrupción impacta en la cadena de suministro internacional.











