El huracán Erin, actualmente de categoría 2, generó inundaciones y fuertes marejadas en las costas de Carolina del Norte y Virginia durante la madrugada de este jueves, en su punto más cercano al territorio continental de Estados Unidos.
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Las autoridades locales reportaron que grandes olas cubrieron tramos de la carretera 12 en los Outer Banks, dejando zonas completamente intransitables. Imágenes difundidas muestran la magnitud de las inundaciones y la arena acumulada en calles y estacionamientos.
El canal WRAL informó que varias viviendas sobre pilotes en la isla Hatteras sufrieron daños, mientras que edificios cercanos a la playa también resultaron afectados.
Región vulnerable al aumento del nivel del mar
“El área de los Outer Banks es extremadamente vulnerable al aumento del nivel del mar, porque la tierra se hunde lentamente y el mar sigue subiendo debido al cambio climático”, explicó Chip Konrad, profesor de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, en declaraciones a la AFP.
“Incluso una marejada ciclónica moderada, como la que provoca el huracán Erin, puede generar impactos significativos”, agregó el especialista.
Advertencia del Centro Nacional de Huracanes
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) advirtió a los bañistas de toda la Costa Este a mantenerse fuera del agua por el riesgo de corrientes peligrosas y condiciones mortales.
En su reporte matutino, el NHC indicó que Erin mantiene vientos sostenidos de 169 km/h y se desplaza lentamente hacia el norte-noreste, con previsión de debilitarse en los próximos días al internarse en el océano Atlántico.
Temporada de huracanes 2025
La temporada de huracanes del Atlántico, vigente del 1 de junio al 30 de noviembre, ha registrado hasta ahora cinco tormentas significativas, incluida Erin. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) prevé que este año será más activo de lo normal.
Los científicos coinciden en que el cambio climático intensifica los ciclones tropicales: aguas oceánicas más cálidas generan vientos más fuertes, lluvias más intensas y marejadas más destructivas, aumentando el riesgo para comunidades costeras.











