El Gobierno de Donald Trump ordenó el despliegue de diez aviones de combate F-35 en un aeródromo de Puerto Rico, lo que incrementa el ya significativo contingente estadounidense en la región. La medida llega después de una serie de operaciones militares que han generado alarma en países vecinos, especialmente en Venezuela.
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Según dos fuentes oficiales citadas por la agencia Reuters, los aviones de combate tienen previsto arribar a finales de la próxima semana. El objetivo declarado por la administración estadounidense es reforzar las operaciones contra los carteles de la droga y las organizaciones narcoterroristas que, según Washington, operan en el sur del Caribe.
Antecedentes del despliegue militar en el Caribe
El anuncio se suma a una serie de movimientos militares recientes en la zona. El 19 de agosto, Estados Unidos envió tres buques de guerra con más de 4.000 soldados hacia aguas cercanas a Venezuela, bajo el argumento de combatir al denominado cartel de los Soles, al que Washington vincula con el Gobierno de Nicolás Maduro.
Días después, el 26 de agosto, la administración Trump reforzó su presencia naval con el despliegue del USS Lake Erie, un crucero de misiles guiados, y del USS Newport News, un submarino de ataque rápido con propulsión nuclear. Estas maniobras elevaron el clima de tensión y generaron advertencias desde Caracas sobre lo que denominó una “provocación militar”.
Operación del 2 de septiembre y controversias
La tensión alcanzó un nuevo nivel el pasado 2 de septiembre, cuando Estados Unidos atacó una embarcación que, según el presidente Trump, provenía de Venezuela y transportaba drogas. En el operativo murieron 11 personas, a quienes el mandatario calificó como miembros del grupo criminal internacional Tren de Aragua.
Sin embargo, hasta el momento, Washington no ha ofrecido detalles sobre el marco legal que sustentó la operación ni precisado qué tipo de sustancias ilegales transportaba el barco. La falta de información ha motivado cuestionamientos internacionales, y Amnistía Internacional exigió una investigación completa para esclarecer lo ocurrido.
Respuesta del Gobierno de Maduro
El Gobierno de Nicolás Maduro ha rechazado categóricamente las acciones de Estados Unidos. Funcionarios venezolanos aseguraron que las imágenes difundidas por Washington sobre el ataque habrían sido generadas con inteligencia artificial, con el fin de justificar una “intervención militar”.
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Caracas denunció que el incremento de operaciones militares estadounidenses en el Caribe constituye una amenaza directa a su soberanía e incluso solicitó la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para frenar lo que considera un intento de agresión.
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