Madagascar se preparó este viernes para la juramentación del coronel Michael Randrianirina como presidente interino, apenas unos días después de una toma de poder militar que provocó la huida del mandatario Andry Rajoelina y encendió las alarmas internacionales ante la posibilidad de un nuevo golpe de Estado en la isla del Índico.
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El Tribunal Constitucional formalizó la designación de Randrianirina durante una ceremonia realizada a las 9:00 de la mañana, poniendo fin a una semana marcada por la inestabilidad política, tras la destitución de Rajoelina por el Parlamento el pasado martes bajo la acusación de “abandono de funciones”, lo que dio paso a la intervención del Ejército.
“Hoy iniciamos un punto de inflexión histórico para nuestro país. Con un pueblo unido, animado por el deseo de cambio y un profundo amor por Madagascar, abrimos con esperanza un nuevo capítulo en nuestra historia”, expresó el nuevo líder durante su discurso de investidura. Randrianirina señaló además que trabajará “codo a codo con todas las fuerzas vivas de la Nación” para redactar una nueva Constitución, reformar las leyes electorales y organizar elecciones y referendos en un marco de consenso nacional.
El coronel, de 51 años, agradeció especialmente a los jóvenes por encabezar las protestas que precipitaron la caída de Rajoelina y prometió “romper con el pasado” para construir una etapa de renovación institucional. Frente a las críticas de la comunidad internacional, incluidas las de las Naciones Unidas, negó haber liderado un golpe de Estado y defendió que su nombramiento “cuenta con el respaldo legítimo de la Corte Constitucional”.
Randrianirina anunció que las elecciones se celebrarán en un plazo de entre 18 y 24 meses, y adelantó que ya se están llevando a cabo consultas para nombrar un primer ministro de consenso nacional. “Nuestra prioridad es reformar en profundidad los sistemas administrativos, económicos y políticos de nuestro país”, declaró en una entrevista con medios locales.
El jueves, el militar insistió en que “Madagascar no ha elegido un régimen militar”, subrayando que “el gobierno pertenece a los civiles” y que el Consejo Presidencial estará conformado por civiles y militares.
Por su parte, el entorno de Andry Rajoelina denunció irregularidades legales en la decisión de la Corte Constitucional, advirtiendo que su aval al ascenso de Randrianirina “pone en riesgo la estabilidad del país”. Según su equipo, Rajoelina sigue siendo el legítimo presidente y se encontraba trabajando en la solución de los problemas estructurales de Madagascar, entre ellos los apagones eléctricos que desataron una ola de protestas juveniles el pasado 25 de septiembre.
Las fuerzas de seguridad fueron señaladas por una represión violenta contra los manifestantes, que dejó muertos y heridos, hasta que el 11 de octubre la unidad CAPSAT —a la que pertenece Randrianirina— se negó a cumplir órdenes de disparar, marcando un punto decisivo en la revuelta.
Desde ese momento, el grupo militar fue aclamado por el movimiento de protesta, cuyos líderes ahora buscan un papel activo en la nueva administración. En un comunicado emitido el miércoles, la oficina de Rajoelina confirmó que el mandatario abandonó el país el mismo fin de semana en que CAPSAT se unió a los manifestantes, alegando que temía por su vida.
De acuerdo con medios locales, el expresidente fue evacuado el domingo en un avión militar francés hacia la isla de Reunión, desde donde habría continuado viaje a Dubái.
Con esta transición, Madagascar se une a la lista de excolonias francesas que han pasado a estar bajo control militar desde 2020, junto a Mali, Burkina Faso, Níger, Gabón y Guinea.
Se trata, además, de la tercera transición militar en la historia del país desde su independencia de Francia en 1960, después de los golpes de 1972 y 2009.
A pesar de su enorme riqueza natural y biodiversidad, Madagascar continúa siendo uno de los países más pobres del mundo, con cerca del 80 % de su población —unos 32 millones de habitantes— viviendo en situación de pobreza, según datos del Banco Mundial.
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