Aunque las medidas de confinamiento por el coronavirus, alrededor del mundo, han generado una caída del 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, cerca del 75% del plástico generado por la pandemia, como mascarillas, guantes y botellas de desinfectante para manos se convertirán en desechos que tendrán un grave costo para el medio ambiente y la economía.
“La contaminación por plásticos ya era una de las más grandes amenazas a nuestro planeta antes del coronavirus. El rápido aumento en el uso diario de ciertos productos que ayudan a proteger a las personas y a detener la propagación del virus está empeorando las cosas”, explicó Pamela Coke-Hamilton, directora de comercio internacional de la UNCTAD.
El distanciamiento social también está generando que la gente compre más productos online y éstos sean enviados diariamente a hogares, envueltos en una gran cantidad de envases de plástico.
De esta manera, los efectos negativos indirectos de los desechos de plástico para la pesca, el turismo y el transporte marítimo, suman unos 40.000 millones de dólares en pérdidas cada año, calcula el programa de la ONU para el cuidado del medio ambiente.
Adiós bolsas plásticas
Mostrando su interés por contribuir con la naturaleza, Chile se ha convertido en el primer país de América Latina en eliminar totalmente las bolsas plásticas del comercio. Desde ayer, y a dos años desde su promulgación, la Ley 21.100 comenzó a regir de manera total.
Así, los almacenes, negocios de barrio y puestos de ferias libres ya no podrán entregar estas bolsas plásticas, sumándose así a los supermercados.
¿Cómo está la situación en otros países? Varios países de América Latina han hecho intentos para contener las avalanchas de plásticos que afectan el medio ambiente.
Como en el caso de Perú, que desde mayo del 2019 aprobó una ley que regula el uso de los plásticos de un solo uso, recipientes y envases desechables; y desde el 1 de enero de 2020, se cobra un impuesto de 20 céntimos por la compra de bolsas plásticas.
Por otro lado, en Uruguay solo pueden “fabricarse o importarse” bolsas que sean biodegradables o compostables.
En el mundo también hay medidas similares a esta. Desde marzo de 2019, el Parlamento Europeo prohibió diez artículos de plástico de un solo uso, como los pitillos o popotes, bastoncillos de algodón y los cubiertos.
Desde 2019, Corea del Sur prohíbe a los principales supermercados usar bolsas plásticas desechables. Los establecimientos ahora ofrecen a sus clientes bolsas de tela o papel.
Datos
* Casi ocho millones de toneladas de plásticos acaban en los océanos cada año, amenazando a la vida marina.
* En promedio las bacterias demoran 400 o 500 años en poder degradar las bolsas plásticas. Por eso, terminan contaminando los mares.