Estados Unidos está considerando extender su veto migratorio a 36 países adicionales, en su mayoría africanos, si no cumplen con una serie de requisitos en un plazo de 60 días. Así lo revela un memorando confidencial del Departamento de Estado, al que accedió el diario The Washington Post.
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El documento, firmado por el secretario de Estado Marco Rubio, establece que las embajadas de esos países deben presentar antes del miércoles un plan de acción inicial para cumplir con los estándares exigidos. De no hacerlo, sus ciudadanos podrían ver restringido su ingreso al país norteamericano.
Países africanos, asiáticos y del Caribe bajo la lupa
La nueva lista incluye naciones como Egipto, Angola, Nigeria, Camboya, Saint Kitts y Nevis, y Santa Lucía. Según el informe, estos países presentan fallas en sus sistemas de identificación civil o no cooperan eficazmente con el gobierno estadounidense. También se identifican altos índices de ciudadanos que permanecen en EE. UU. más allá del vencimiento de sus visados.
Además, algunos países fueron señalados por permitir que sus ciudadanos participen en actividades consideradas «antiamericanas o antisemitas» dentro del territorio estadounidense.
Ser «tercer país seguro»: una salida para evitar sanciones
Una posible vía para evitar el veto, según el memorando, sería aceptar convertirse en “tercer país seguro” y recibir a deportados de otras nacionalidades provenientes de EE. UU.
Esta medida se sumaría a la proclamación presidencial del pasado 4 de junio, que prohibió la entrada y emisión de visados a ciudadanos de 13 países, incluidos Afganistán, Irán, Somalia y Yemen. Además, impuso restricciones parciales a Cuba, Venezuela, Laos, Togo y otros.
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