En los últimos días, en pleno fin de semana del Día del Trabajo (Labor Day), se desataron numerosos rumores en redes sociales que afirmaban que Donald Trump murió. Diversas versiones circularon con fuerza: unos aseguraban que la BBC o incluso la propia Casa Blanca lo habían confirmado, mientras que otros justificaban la noticia falsa por su silencio en redes o creaban teorías basadas en memes de “Los Simpson” o bromas sobre una supuesta “macumba” de Alcione. También se mencionó indirectamente lo dicho por JD Vance. En este artículo periodístico e informativo respondemos tres preguntas clave para aclarar la situación.
¿Donald Trump murió en agosto de 2025?
No. La afirmación de que Donald Trump murió hoy o en días recientes es completamente falsa. De hecho, el sábado 30 de agosto de 2025, fue visto públicamente en buen estado de salud mientras se dirigía a jugar golf con su nieta Kai en Virginia, según reportes de TMZ.
Otros medios como People y el Houston Chronicle también confirmaron que siguió activo en sus redes y que el rumor se originó a raíz de su ausencia temporal y signos visibles de más edad, como hinchazón y moretones en manos y tobillos.
¿Qué hay detrás del bulo de que Donald Trump murió?
El rumor se sustentó en varios elementos:
- Su inusual silencio en redes sociales (X y Truth Social), lo que generó inquietud entre los internautas.
- Imágenes de moretones y hinchazón en sus manos y tobillos, atribuibles a una afección circulatoria diagnosticada como insuficiencia venosa crónica. Las lesiones fueron reveladas como benignas y atribuibles al uso de aspirina y apretones de mano frecuentes.
- Comentarios desafortunados del vicepresidente JD Vance sobre estar preparado ante una “terrible tragedia” generaron interpretaciones equivocadas.
- Teorías falsas, memes humorísticos y capturas de pantalla creadas con intención de desinformar o bromear, como las que atribuían al diario CNN un artículo inexistente que anunciaba su muerte.
¿Cómo está la salud del expresidente Trump actualmente?
Según fuentes oficiales y medios reconocidos, Trump, de 79 años, se encuentra en buen estado de salud general. Fue diagnosticado en julio de 2025 con insuficiencia venosa crónica, una condición común en personas mayores, y los moretones en su mano fueron explicados como resultado del uso de aspirina y frecuentes apretones de manos, sin indicios de enfermedad grave.
Aunque su presencia pública se redujo durante unos días, retomó sus actividades: el 30 de agosto fue fotografiado en buena forma, con buen ánimo y jugando golf con sus nietos en Virginia. Además, respondió indirectamente a los rumores inundando redes sociales, especialmente Truth Social, con mensajes sobre temas diversos como aranceles y políticas internas, sin mencionar explícitamente el rumor de su muerte.
Conclusión: Donald Trump no murió
En resumen, el rumor sobre que Donald Trump murió es completamente infundado. No hay ninguna confirmación oficial. Su aparición pública el 30 de agosto de 2025 jugando golf con familiares y sus publicaciones activas en redes sociales refutan cualquier versión sobre su fallecimiento. Se trata de un nuevo caso de noticia falsa que aprovechó su falta de visibilidad, señales de envejecimiento visibles en imágenes y la viralidad en redes sociales para hacerse masiva.
¿Realmente la BBC o la Casa Blanca lo confirmaron?
No existen comunicados válidos que contengan la confirmación de su muerte por parte de la BBC ni de la Casa Blanca. Todo ello fue contenido viral sin respaldo oficial.
¿Y los memes o predicciones de “Los Simpson”?
Fueron bromas o contenidos humorísticos que fomentaron la difusión del rumor, sin ninguna base real ni literalidad.
¿Puede que haya sido un deepfake o video antiguo?
Algunos cuestionaron la autenticidad de los videos o fotos, alegando que podían ser antiguos. Sin embargo, la presencia de detalles como una gorra con un modelo lanzado solo en 2025 o el evidente crecimiento de los nietos de Trump demostraron que las imágenes eran recientes.
Este caso demuestra lo fácil que puede propagarse un rumor sin verificaciones, especialmente en redes sociales. La lección es clara: siempre es vital contrastar con fuentes confiables antes de tomar como real cualquier noticia emergente.











