Donald Trump, ex presidente, se encuentra en medio de un juicio civil en la ciudad de Nueva York, donde su patrimonio está en juego. Las autoridades advirtieron que si no abona la suma acordada de 464 millones de dólares, fijada como fianza en una reciente sentencia, existe el riesgo de que el estado confisque alguna de sus principales propiedades.

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La acusación de fraude civil que enfrenta Trump resultó en un fallo emitido por el juez Arthur Engoron en febrero, quien determinó una cifra que alcanza los 463,9 millones de dólares, considerando las deudas financieras de sus hijos, Eric y Donald Jr., así como las de la organización Trump, y los intereses acumulados desde la emisión del fallo.

El político Trump, quien aspira a regresar a la presidencia de Estados Unidos este año, se encuentra en la situación de tener que pagar la cantidad pendiente con sus propios fondos o proporcionar una fianza mientras el proceso de apelación está en curso. Esta sentencia se dictó en su contra por inflar el valor de su patrimonio neto y de las propiedades de su empresa familiar de bienes raíces, con el fin de engañar a prestamistas y aseguradoras.

Decisión a favor a Donald Trump

Recientemente, Donald Trump ha obtenido una prórroga de 10 días adicionales para pagar la fianza impuesta por un tribunal en el estado de Nueva York, después de ser hallado culpable de inflar el valor de sus propiedades con el fin de obtener beneficios financieros.

Sin embargo, este lunes 25, el tribunal de apelaciones de Nueva York otorgó a Trump un nuevo plazo y redujo el monto requerido a 175 millones de dólares, en comparación con los 464 millones originalmente establecidos.

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Esta decisión judicial detiene a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, de proceder con la confiscación de los bienes del expresidente para ejecutar la sentencia en su contra, una acción que habría sido llevada a cabo de no cumplirse con el plazo original, el cual vencía a la medianoche de este lunes.

El equipo legal de Trump ha implementado diversas estrategias para reducir la cantidad fijada para la fianza, e incluso para argumentar que no era necesaria, manteniendo la posibilidad de ganar el caso en instancias superiores.