Estados Unidos intensificó su presión sobre Venezuela luego de que Donald Trump advirtiera en redes sociales que el espacio aéreo venezolano “está cerrado”, pese a que legalmente no puede imponer tal medida.
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La acción se suma a una estrategia más amplia contra el gobierno del dictador Nicolás Maduro, que incluye designarlo como líder de una “organización terrorista”, autorizar operaciones de la CIA dentro del país y desplegar buques y tropas en la región bajo la “Operación Lanza del Sur”.
En paralelo, Trump ha insinuado que podrían producirse ataques terrestres, postura celebrada por aliados como el senador Lindsey Graham. Venezuela calificó las advertencias como una agresión colonialista.
Tratos discretos
Mientras ambos gobiernos mantienen canales discretos de comunicación, incluida una reciente llamada entre Donald Trump y Nicolás Maduro, las negociaciones sobre una posible salida del mandatario venezolano no avanzan debido a diferencias sobre el plazo.
En el país, los venezolanos viven entre la incertidumbre y el temor, mientras continúan las restricciones internas y detenciones por expresiones críticas. Pese a las amenazas estadounidenses, Maduro insiste en que Venezuela es “invencible” y que defenderá su soberanía.
Lo que sí está claro es que la situación en el país de Venezuela sigue movida. ■
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