Francia entrará en un confinamiento nacional el viernes a medida que aumentan los casos de covid-19 en el país. El presidente Emmanuel Macron anunció las medidas en un discurso televisado a la nación el miércoles por la noche.
Las medidas antes tomadas «no son suficientes, ya no son suficientes», dijo Macron.
Bajo el nuevo confinamiento, las personas necesitarán un certificado para moverse. Los negocios, restaurantes y bares no esenciales permanecerán cerrados. Las escuelas permanecerán abiertas, las personas podrán ir a trabajar y se permitirán las visitas a hogares de ancianos.
Riesgo de desbordamiento
Más de 2 900 pacientes con coronavirus estaban ingresados en cuidados intensivos este martes en Francia, es decir que más de la mitad de las camas disponibles en estos servicios (5 800 camas) están actualmente ocupadas.
En la página oficial del gobierno, las autoridades dieron cuenta de 288 muertos en los hospitales el martes en las últimas 24 horas, y 235 en residencias para ancianos en los últimos cuatro días, lo que eleva el balance a 35 541 fallecidos en Francia desde el inicio de la pandemia.
En los momentos más duros de la primera ola, en abril, se registraron más de 700 muertos algunos días, entre hospitales y residencias para ancianos.
El gobierno francés buscaba a toda costa evitar un segundo confinamiento nacional que golpearía a la economía ya fragilizada.
En su lugar, impuso un toque de queda nocturno en París y las principales ciudades del país hace dos semanas que obliga a alrededor de 46 millones de personas -dos tercios de la población- a quedarse en sus casas entre las nueve de la noche y seis de la mañana.
Otras opciones que el gobierno estudia es extender las horas del toque de queda, posiblemente acompañado de un confinamiento domiciliario de fin de semana, o bien ordenar confinamientos localizados en las regiones más afectadas, como la parisina.
Con información de AFP y CNN