Un grupo de 80 científicos han alertado que permitir la libre infección afectaría a la economía y saturaría más los hospitales.
Muchos países afectados por el confinamiento y pese a tener una cifra elevada de infectados por COVID-19, han planeado la reapertura de sus actividades económicas y dar un paso más hacia la normalidad,
Sin embargo esto representaría un daño irreversible para el mundo, pues aferrarse a una posible inmunidad de rebaño, que algunos científicos han apoyado, nos costaría la vida de 77 millones de personas.
“Dejar que la población se infecte libremente para que desarrolle protección de forma natural, es una falacia peligrosa sin evidencia científica”. De esta forma contundente se ha expresado un grupo de 80 científicos en una carta abierta en la publicación científica “The Lancet” ante la proliferación de teorías que defienden esta estrategia frente al coronavirus.
Los investigadores advierten de que la ausencia de medidas de control aumentaría la mortalidad en toda la población, afectaría a la economía de forma irreversible, prolongaría la epidemia y colapsaría todos los sistemas sanitarios.
Inmunidad de rebaño
La estrategia de dejar la libre infección cobró fuerza tras una propuesta, denominada “La Declaración de Great Barrington”, firmada por tres epidemiólogos de las universidades de Harvard, Oxford y Stanford: Martin Kulldorff, Sunetra Gupta y Jay Bhattacharya.
Su idea es “permitir a aquellos que están bajo un mínimo riesgo de muerte, vivir sus vidas con normalidad para alcanzar la inmunidad al virus a través de la infección natural, mientras se protege mejor a aquellos que se encuentran en mayor riesgo”. “Esto lo llamamos protección enfocada”, afirman los tres firmantes.
Esta propuesta ha generado también la rápida respuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes han asegurado que la inmunidad de rebaño significa “permitir infecciones, sufrimientos y muertes innecesarias”.
“Nunca en la historia de la salud pública se ha utilizado la inmunidad colectiva como estrategia para responder a un brote, y mucho menos a una pandemia. Es científica y éticamente cuestionable”, ha afirmado el director general de la OMS, Tedros Adhanom.
¿Qué hacer?
Los científicos señalan como únicas medidas eficaces las que suprimen y controlan la transmisión, estas han sido respaldadas también por la OMS.
De esta manera el distanciamiento físico, uso de revestimientos faciales, higiene respiratoria y de manos, evitar las multitudes y los espacios mal ventilados, pruebas rápidas, rastreo de contactos y el aislamiento, son esenciales para reducir la mortalidad y evitar el colapso de los servicios sanitarios.
“La evidencia es muy clara: controlar la propagación comunitaria de COVID-19 es la mejor manera de proteger nuestras sociedades y economías hasta que lleguen vacunas y terapias seguras y eficaces en los próximos meses. No podemos permitirnos distracciones que socaven una respuesta eficaz; es esencial que actuemos con urgencia sobre la base de la evidencia”, concluyen los investigadores.
Datos
* India, con más de 7 millones de contagios, da un paso hacia la normalidad y reabre cines y escuelas.
* En Europa los países dieron un paso a la nueva normalidad, sin embargo ahora se encuentran en la segunda ola del COVID-19 y la OMS ha mostrado su preocupación por la elevada cifra de contagios diarios. Ya han alcanzado el nivel de 1.000 muertos por día.
Por. Redacción El Tiempo/Agencias.