Especialistas advierten que algunos pacientes necesitarán de medicación para superar la afectación a su salud mental.

El encierro prolongado, el miedo al contagio y la pérdida de ingresos provocan cuadros de ansiedad entre los piuranos a tal punto que necesitarán terapia o medicación para recuperarse.

“Si el tiempo de cuarentena se va extendiendo, el nivel de ansiedad irá creciendo y puede generar estados severos o crónicos, o incluso llegar a una fobia. Esto requiere un tratamiento combinado entre terapia psicológica y terapia farmacológica”, refirió el exdecano
del Colegio de Psicólogos de Piura, Marco Magán.

Indicó que los estados de ansiedad se reflejan con hiperactividad, nerviosismo, falta de sueño, falta de apetito, respuestas impulsivas o agresivas. A esto se suma episodios depresivos.

“Cuando la depresión y la ansiedad se mezclan, obviamente vamos a tener a personas que van a responder de forma hostil”, dijo.

En esa línea, el especialista anticipó que faltarán psicólogos para atender la demanda en Piura.

“Las propias universidades con facultades de psicología deben mostrarse más activos y desarrollar programas de atención a la comunidad”, consideró.

Enfermedades

Para la psicóloga Giovanna Peña, el prolongado aislamiento dejará secuelas.

“Si los niveles de ansiedad son altos en las personas y no pueden controlarse, obviamente necesitan medicarse. El estrés puede generar hasta enfermedades psicosomáticas, se te puede caer el cabello. Tengo pacientes que hasta le han salido como urticaria o una alergia. Habrá niveles de estrés y depresión que tienen que medicarse. Habrá secuelas”, sostuvo la especialista.

Jóvenes

Peña agregó que un grupo sensible son los jóvenes que ahora sufren frustración por problemas con el aprendizaje vía internet.

“Hay muchos jóvenes que no entendían ciertos cursos como Matemática en la educación presencial, pero ahora es peor. Sin hablar de los jóvenes de quinto de secundaria que quería su fiesta de promoción y organizar actividades”, dijo.

A esto se suma la falta de contacto social con sus amistades. “Ellos van al colegio más por los amigos. Ahora están en casa con los padres y haciendo tareas todo el tiempo y estudiando por internet”, reafirmó la especialista.