Lograr la inmunidad de la población frente al coronavirus resulta clave para dejar atrás la actual pandemia. El avance de los positivos resultados de algunas vacunas ha inyectado una dosis de optimismo al respecto, aunque haya que tomar la noticia con cautela.
Reino Unido se ha convertido en el primer país en aprobar el uso de la candidata a vacuna de Pfizer y BioNTech contra la COVID-19. La distribución de la fórmula estaría programada para la próxima semana.
A través de un comunicado, la Agencia Reguladora de Productos Sanitarios y Médicos del Reino Unido precisó que “la vacuna cumple con los estrictos niveles de seguridad, calidad y efectividad”.
El Gobierno de Boris Johnson, que ya fue el primero en apostar por el proyecto de Pfizer en julio, se ha asegurado la compra de 40 millones de dosis, lo que equivale a 20 millones de personas vacunadas completamente.
Por ese mismo camino se encuentra Rusia, el presidente Vladimir Putin, ordenó la vacunación “a gran escala” con la “Sputnik V” la próxima semana.
“Más de 2 millones de dosis han sido producidas o serán producidas en los próximos días. La producción de la primera vacuna contra el coronavirus registrada en el mundo, Sputnik V, alcanzará este nivel”, indicó Tatiana Golikova, vice primera ministra a cargo de la Salud. Al principio, serán inoculados médicos y maestros.
Carrera por la vacuna
Estas noticias nos da esperanza y aunque se están tomando medidas sin precedentes para garantizar que la distribución de la vacuna sea mundial, existe la preocupación de que quiénes ganarán la carrera por conseguir la inoculación serán los países más ricos, a expensas de los más vulnerables. Como ocurrirá con Reino Unido, Rusia y Estados Unidos.
Organizaciones como “Médicos Sin Fronteras”, que a menudo están en primera línea la distribución de vacunas, dicen que establecer acuerdos avanzados con compañías farmacéuticas crea “una peligrosa tendencia de nacionalismo de vacunas por parte de las naciones más ricas”.
Esto, a su vez, reduce las reservas mundiales disponibles para los más vulnerables en los países más pobres.
Mariângela Simão, subdirectora general de la OMS responsable del acceso a medicamentos y productos sanitarios, dice que debemos asegurarnos de que el nacionalismo de vacunas se mantenga bajo control.
“El desafío será garantizar un acceso equitativo, que todos los países tengan acceso, no solo aquellos que pueden pagar más”.
Por esta razón, el mecanismo COVAX, creado por la unión de organizaciones públicas y privadas de la cual hace parte UNICEF, permitirá y facilitará el acceso a una vacuna a nivel global. De esta manera el primer lote de vacunas contra el coronavirus llegará al Perú en diciembre, aseguró el presidente Francisco Sagasti. Se trata de 50 mil dosis adquiridas al laboratorio Pfizer, las cuales comenzarán a aplicarse para el primer trimestre del 2021.
Datos
* Para la distribución y aplicación de la vacuna en el Perú, se ha diseñado una estrategia nacional que asegure la cobertura de la vacuna a unos 22.2 millones de peruanos.
* La OMS ha anunciado que ha recibido los datos sobre la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 por parte de las compañías, y que ya está revisando su posible inclusión en la lista de uso de emergencia, lo que permitiría a los países aprobarla a nivel nacional dentro de esta situación excepcional de pandemia.