El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, comenzó este martes a cumplir la condena de 27 años y tres meses de prisión que le fue impuesta por su participación en un intento de golpe de Estado. Su reclusión se desarrolla en una pequeña habitación de doce metros cuadrados ubicada en la sede de la Policía Federal en Brasilia, donde permanecerá bajo estrictas condiciones de custodia.
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La sala asignada cuenta únicamente con una cama individual, una mesa pequeña, un televisor y estantes de madera. Las paredes, pintadas de blanco y sin decoración alguna, reflejan la austeridad del espacio, según las imágenes difundidas oficialmente por la Policía Federal. Esta instalación se considera adecuada para garantizar la separación del exmandatario de otros internos debido a su condición de expresidente y a los riesgos de seguridad asociados.
Traslado y cierre del proceso judicial
Bolsonaro ya se encontraba en la sede de la Policía Federal desde el fin de semana, luego de haber sido trasladado tras intentar dañar una tobillera electrónica impuesta por orden judicial. El dispositivo formaba parte de un conjunto de medidas cautelares que se le habían fijado dentro del proceso por el fallido intento de alterar el orden constitucional.
El juez Alexandre de Moraes, integrante del Supremo Tribunal Federal y responsable del caso en la Primera Sala, determinó este martes el cierre definitivo del proceso, argumentando que todas las vías de apelación ya habían sido agotadas. En su resolución, también dispuso que el exmandatario continúe cumpliendo su condena en la misma sala y que reciba atención médica oportuna, dada su condición de salud.
Estado de salud y antecedentes recientes
Bolsonaro, de 70 años, padece diversos problemas médicos que, según él mismo, se remontan a la agresión sufrida durante la campaña electoral de 2018, cuando fue apuñalado por un individuo con trastornos mentales. Las secuelas de aquel ataque, sostiene el exgobernante, continúan afectando su salud.
El exmandatario también atribuyó haber intentado manipular la tobillera electrónica a los efectos de medicamentos antidepresivos que le habrían provocado episodios de confusión y alucinaciones. Este incidente contribuyó a su traslado a la sede de la Policía Federal antes de iniciarse formalmente el cumplimiento de la condena.
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Condena por intento de golpe y crisis política
Según determinó la Corte Suprema, Bolsonaro articuló una conspiración para impedir la toma de mando de Luiz Inácio Lula da Silva tras su derrota electoral en octubre de 2022. El tribunal concluyó que el exgobernante promovió acciones destinadas a desconocer los resultados y frenar la transición de poder, configurando un intento de golpe de Estado.
La condena marca un punto decisivo en la crisis política que dejó profundas divisiones en Brasil. El inicio de su cumplimiento en condiciones de estricto control representa un hito en el proceso judicial que ha seguido al mandato del exlíder de ultraderecha, quien gobernó entre 2019 y 2022.










