La reciente encuesta de IEP revela disgusto y disconformidad con el gobierno de Pedro Castillo.
Lejos está el 72% que el sur le dio como respaldo en la última elección, pues ahora seis de cada diez peruanos confirman que al mandatario le falta liderazgo para este cargo; mientras el 44% de consultados están preocupados por la funesta influencia de Vladimir Cerrón y la infiltración de militantes del Movadef en el gobierno (68%).
La encuesta se hizo días antes del malévolo tuit del premier Guido Bellido, que provocó el pánico generalizado en los inversores, elevó el dólar a un nuevo récord histórico y hasta puso a rezar al propio ministro de Economía, Pedro Francke, quien no sabe qué hacer para calmar el ímpetu destructivo del pelirrojo Bellido. Un nuevo sondeo, seguramente, revelará más rechazo.
Lo cierto es que hasta ahora (con 61 días en el gobierno) Pedro Castillo ha demostrado un pobre protagonismo (Bellido y Cerrón parece que mandan), ha contribuido a mantener la incertidumbre económica y el recelo de la inversión privada y lo que es más preocupante, su pobre gestión sigue siendo una incógnita aun para los más experimentados analistas.