Circula por redes sociales el contenido del contrato firmado por el gobierno de Perú y la empresa Pfizer, cuyos términos son en realidad un abuso y un aprovechamiento unilateral a los tratados comerciales internacionales, pero que lamentablemente y debido a la pandemia, muchos países en Latinoamérica se han visto obligados a firmar para obtener la vacuna.
Lo que despierta indignación son dos cláusulas en las que se establece que el proveedor (Pfizer) no está obligado a entregar las dosis establecidas con arreglo al cronograma provisional; es decir, puede incumplir y no pasa nada; es más, son ellos los que decidirán qué cantidad de dosis nos entregan y en qué momento.
Eso no es todo, el proveedor se protege con otra cláusula indicando que de incumplir los plazos y la entrega de dosis, ellos no están sujetos a penalidades de ningún tipo. Y si se insiste, será la Cámara de Comercio Internacional la que dirima el conflicto bajo leyes americanas. Es decir, ellos ponen todas las condiciones. Algo más, su vacuna requiere estar almacenada a 80 grados bajo cero.