Sería interesante y útil para la gestión y para el país, si es que el Congreso aprueba la propuesta de ley de la Comisión de Descentralización que establece que los próximos ministros y viceministros deben estar libres de investigaciones fiscales por violencia familiar; corrupción, terrorismo, tráfico de drogas o crimen organizado. Mejor dicho, inmaculados, como debe ser un funcionario de tamaña categoría y responsabilidad.
La propuesta llega tarde, pero aún está a tiempo tras el desfile de ministros y funcionarios impresentables y con cuestionamientos, incluidos ex subversivos y guerrilleros (como se hacen llamar) en el gobierno de Pedro Castillo. sabemos que en esos cargos proliferan “testaferros”, personajes que cubren la espalda de quienes tienen los designan “estratégicamente”, pero que arrastran un rosario de juicios e investigaciones en curso.
Esta ley, de aprobarse, no solo debe regular la designación ministerial sino ir más allá; imponerse como una exigencia para todo cargo público de confianza, ya sea en municipio, gobernaciones o direcciones ministeriales; después de todo, los peruanos exigen buenos servidores, pues con sus impuestos pagan sus sueldos.