No es que no haya dinero para adquirir más camas UCI, oxígeno, pagar a médicos o comprar medicamentos contra el COVID-19 en el país, lo que ocurre es que los funcionarios de Salud y de los Gobiernos locales y regionales no saben o no han podido gastar todo el presupuesto que el Estado asignó para atender la emergencia.
Hoy, con un rebrote a puertas, seguimos padeciendo por camas UCI, mientras, irónicamente, se devuelve más de S/869.6 millones al MEF porque no se gastaron, pese a las necesidades y penurias. En el nivel óptimo, los ministerios, como Salud, debieron gastar el 100% de su presupuesto, pero no se hizo, devolviendo S/681 mil. Los Gobiernos regionales no se quedan atrás y, en algunos casos, están devolviendo más del 15% de su presupuesto asignado.
Algunos funcionarios de Salud y de los Gobiernos regionales justifican la devolución del presupuesto con los complicados candados que tiene la administración pública para gastar los recursos. Desde otra óptica, es la ineficiencia y el no saber comprar “honestamente” lo que traba el gasto y perjudica directamente a la población. ¡Cuántas camas UCI más pudieron comprarse…!