Parece que las autoridades del Gobierno Regional no asimilan la lección. Asignar cargos o puestos solo por compadrazgo, agradecimiento o conveniencia partidaria ya le ha pasado varias facturas a la gestión de Servando García, pero aun así insisten en tropezar con la misma piedra como es el caso ahora de Imagen Institucional asignada de un ingeniero. Esto nos da una idea de cómo se sigue gestionando o administrando esta institución de los piuranos.
Es lamentable, pero es esa informalidad y la orfandad de profesionales con capacidad ejecutiva y técnica en los puestos importantes del GORE lo que ha llevado a una pobre ejecución del presupuesto asignado a la región este año, la cual no ha llegado ni al 35% y menos al 80% que le puso como meta en su momento el expresidente Vizcarra. ¿Será que ahora todos culparán a la pandemia del pobre desempeño en el gasto?
Para el próximo año se ha asignado a los Gobiernos regionales dos mil millones de soles más. A Piura le toca 500 mil millones adicionales a su presupuesto de este año, incluidas las municipalidades, que esperamos sepan invertir en lo que es un deber: obras públicas, que demanda la población.