La desconfianza en el gobierno de Pedro Castillo es preocupante. Se palpa en la crítica y los debates de calle, pero más en la economía; en el costo de vida, por el incremento de combustibles y alimentos; y, principalmente, en la fuga de capitales. De enero a setiembre ha salido del país más de US$ 15 mil 548 millones; es decir, más de S/ 63 mil millones, tres veces el presupuesto para la reconstrucción.
La “fuga” de capitales no termina allí. Según analistas financieros, antes de concluir el año saldrán otras ‘toneladas’ de dólares. Para darnos una idea de la gravedad del asunto, la fuga de capitales hasta hoy supera en nueve veces al año 2020. El principal motivo de esta salida es la desconfianza y la falta de claridad en la política económica y gobernabilidad.
Según analistas, el cierre de operaciones de cuatro mineras; los conflictos mineros reactivados y la debilidad de un gobierno sin experiencia ni liderazgo, podría generar una nueva estampida de capitales. Es claro que los inversionistas no terminan de tragarse el discurso del mandatario de invertir aquí y prefieren hacerlo en el extranjero donde su dinero -piensan-, estará más seguro.