Al ritmo de cómo se embauca con el viejo truco del populismo, miles de piuranos damnificados por las inundaciones, el fenómeno El Niño, los incendios y por último los sismos, hace rato hubieran dejado atrás sus problemas. La realidad, sin embargo, es otra.
Solo en vivienda, cientos de pobladores del Bajo Piura siguen esperando las casitas que les prometieron en el festival del populismo en el año 2017; mientras los piuranos seguimos a la espera de que algún día se haga realidad la inversión total de los 7 mil millones de soles que nos prometieron para la reconstrucción.
Por eso no llama la atención la presencia del presidente Pedro Castillo que con un enorme cheque de 19 millones de soles –cómo si aún estuviera en campaña- volvió este último miércoles a echar mano de la vieja estrategia populista, quizás con ganas de ganarse a los piuranos “fujimoristas”.
Lo curioso es que no dijo quién se encargará de la repartija de dinero. ¿Bajo qué modalidad se hará la repartición; quiénes serán los beneficiados; cómo se calificará el nivel de damnificado o todos recibirán lo mismo? Por último: ¿De dónde salió la plata… llegará realmente a todos ellos?