El anuncio de un probable fenómeno El Niño para el 2022 que hizo el presidente Pedro Castillo en su última visita a Piura, dejó preocupados a los piuranos. ¿Resistirá la región un nuevo fenómeno lluvioso? La respuesta es no.
Ninguna ciudad en esta región está preparada para un fenómeno de magnitud y la historia cada vez nos los recuerda.
Solo en Piura habrá que recordar que después de los fenómenos del 83, 98 y 2017 se prometió un drenaje pluvial integral para acabar con el martirio de las cuencas ciegas que interrumpen el tránsito e inundan viviendas.
A puertas de otro periodo lluvioso, estas cuencas no se han tocado, como tampoco se ha repuesto el pavimento, pistas o veredas en sectores afectados como en Miraflores.
En cuanto a obras de envergadura, salvo las defensas ribereñas en ambas márgenes del río, no se ha hecho nuevas obras o trabajos de prevención, con lo cual, de presentarse lluvias intensas, los mismos pueblos del Bajo Piura volverán a padecer por las veleidades del río Piura.
Luego de tres fenómenos Niños, la región –lamentablemente- sigue tan vulnerable como siempre. Lo más triste: no hay tiempo para prepararnos.