Mientras el propio presidente Pedro Castillo se dispara a los pies con su silencio y evitando declarar a la prensa sobre temas de su gobierno, además de proteger al controvertido Iber Maraví, desde el Congreso el grupo parlamentario fujimorista ya está embarcado en buscar el mecanismo legal para deshacerse del gabinete Bellido y hasta del propio Castillo.
Por lo menos esa es la impresión que deja la ley exprés que se impulsa desde la comisión de Constitución del parlamento, cuyo fin no es otro que intentar, por enésima vez, regular la cuestión de confianza para que esta no alcance a disolver al Congreso en caso este deniegue por dos veces consecutivas la confianza a un gabinete. La mira está en Bellido y sus huestes.
Esta norma exprés es apurada por la propia presidenta de la comisión de Constitución, la fujimorista Patricia Juárez, quien presentó un pre dictamen, pero este ha sido menospreciado por el ministro de Justicia, Anibal Torres; pues aprobar esta ley no será fácil porque se trata de una reforma que modificará la Constitución; por tanto, la cuestión de confianza aún seguirá para equilibrar poderes y el suspenso.