Esta monserga pertenece a un polémico expresidente y se ha convertido en la más descarnada realidad en un país como el nuestro, donde la corrupción invadió al Estado a niveles de escándalo.
Hoy se sabe que los US$ 20 mil –según IDL Reporteros-, encontrados en un baño de palacio no iba al bolsillo de Pacheco. Tarea que el Ministerio Público deberá aclarar, pero al ritmo que investiga, hasta las tortugas se les escapan.
¿Cómo no dudar de los investigadores del MP si recién, después de casi dos meses, se les ocurre allanar la vivienda de Pacheco y de Karelim López? ¿Creen encontrar pruebas visibles, cuando los involucrados saben que el allanamiento es lo primero que se hace en un caso de corrupción? A estas alturas, los sospechosos (que se las saben todas), ya borraron hasta sus pasos, en especial, documentos o información digital.
Igual pasó con los teléfonos. Uno entregó un celular nuevo y el otro le borró hasta sus huellas dactilares, pues saben que los fiscales en casos que involucra a funcionarios en el poder o políticos, siempre se ponen torpes y lentos, lo que genera, ante la opinión pública una sensación de impunidad. Así camina la justicia en nuestro país.