En un momento de alto riesgo de contagio en el transporte público por la Covid-19, además del caos que genera el explosivo parque automotor en la ciudad, la bicicleta se convierte en una inmejorable alternativa para nuestro transporte y también –de paso-, en la fórmula perfecta para un ejercicio saludable.
Por ello, habrá que felicitar a las autoridades ediles por la preocupación de que Piura cuente, en mayo de este año, con 22 km de ciclovías de los 107 km. que promete dejar la gestión de Juan José Diaz. Una ciclovía hoy no es solo esparcimiento sino una necesidad vital en ciudades modernas. A través de ellas los ciclistas pueden transportarse de forma rápida y segura, sin el riesgo de ser atropellados o afectar a los peatones.
Las ciclovías, además, ordenan el transporte y contribuyen a reducir la contaminación ambiental por la irrupción de un tránsito vehicular cada vez más caótico y contaminante. Bienvenidas las ciclovías y los piuranos a agarrar la bicicleta la cual debe convertirse en el medio de transporte más seguro y saludable como ocurre en grandes capitales del mundo; sobre todo ser un modo de vida que ayude a nuestro propio hábitat.