Los esbirros castillistas y hasta el propio presidente Pedro Castillo exigen en la plaza pública pruebas sólidas de sus delitos y estas están llegando en avalancha.
Hoy la Fiscalía de la Nación tiene más de 4 mil folios en seis investigaciones paralelas que involucra directamente al mandatario y su entorno en una organización criminal.
Y esas pruebas, que lo entiendan los defensores de Castillo, no las otorga la prensa o los enemigos políticos como argumenta con débil convicción el irritable escudero Aníbal Torres, sino los colaboradores eficaces, testaferros y los hermanos Espino, hoy como ‘confesores sinceros’, cuyos testimonios (coincidentes) ha permitido llegar hasta la misma familia presidencial. La Fiscalía tiene allí evidencias contundentes para tomar decisiones legales contra los implicados e investigados.
A pesar de ello, el irascible Premier insiste en incriminar a la Fiscalía y vengarse del coronel Harvey Colchado porque según sus elucubraciones fantasiosas, se está inventado las pruebas contra Castillo y Cía. El cinismo y el abuso de poder es tal que ahora quieren hasta bautizar como “heroína” a Yenifer Paredes, recluida en prisión por 30 meses.
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