Parece que los funcionarios del Minsa, sobre todo la ministra, le toma la temperatura al dengue desde su óptica capitalina. Si en Lima ya está haciendo frío, su lógica es que el mosquito Aedes aegypti, responsable de los contagios, desaparezca. Lo que no entienden es que la zona norte vive este año un verano largo, un clima propicio para que el vector siga diseminando el dengue todo el año.
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La ministra y sus funcionarios tampoco parecen entender que en epidemias como éstas, la salud pública es prioridad y está por encima de cualquier otro interés, ya sea político o económico; y no se monitorea desde Lima vía Zoom, o se les deja la responsabilidad a los municipios y Gores, cuyos esmirriados presupuestos solo les alcanzan para combustible.
El resultado de esta negligencia estatal es que tenemos hoy en Piura 20 muertes y sumando; mientras los infectados se multiplican cada día (superan las 25 mil personas y no está bajando, como dice la ministra). A este drama se suma el colapso de postas y hospitales y la falta de medicamentos. Las farmacias subieron precios y no se ve trabajo serio de control larvario del vector; menos, la presidenta asoma por aquí.