La precarización del trabajo a causa de la pandemia en países de Latinoamérica ha desplazado peligrosamente al trabajo formal según la OIT.
Perú no es la excepción; de 10 empleos, siete son ahora informales. Las mujeres y los jóvenes son los más afectados al perder sus empleos y sin esperanza de recuperarlos en los próximos meses debido la crisis económica y política que ha arrinconado a nuestro país.
En algunas regiones del norte del país el porcentaje de Nines (jóvenes que no trabajan ni estudian) se incrementó a 29%; pero lo más preocupante es que no hay propuestas claras del gobierno para recuperar el empleo formal, en especial de los más jóvenes y mujeres que han optado por laborar al margen de la ley.
Vinicios Pinheiro, director de la OIT, afirma que la tasa de empleo ha retrocedido 15 años en los países vecinos perdiéndose hasta 14 millones de empleos; por lo que la respuesta de los gobiernos, como el peruano, no solo es recuperar la empleabilidad formal a través del trabajo temporal, sino aplicar políticas claras y agresivas como fomentar la creación de más empresas privadas e incrementar la productividad. Tarea pendiente.