Tras las comprometedoras delaciones de la lobista Karelim López que involucra al entorno familiar y al mismo presidente Pedro Castillo, además de empresarios, fiscales y congresistas, la pregunta que se hacen muchos peruanos, asqueados ya con quienes hacen de la política un vil medio para enriquecerse es: ¿Qué hemos hecho los peruanos para merecer esto?
Cada gobierno que llega al poder lo hace precedido de un ejército de lobistas, empresarios ladinos y políticos sin escrúpulos que toman los puestos públicos claves (ministerios donde hay mucho dinero) que les facilite las “operaciones de su red de corrupción”. La estrategia es la misma, solo cambian las personas.
Lo irónico es que creen que los peruanos son tontos, porque cuando los descubren, como ocurre hoy con el gobierno de Castillo, recurren al viejo truco de negarlo todo; de poner cara de ofendidos y hasta denunciar que son parte de un complot de la derecha, de los medios de comunicación y la Fiscalía. Este caso, como lo han sido con otros gobiernos, solo reafirma el nivel de descomposición que ha alcanzado la política peruana. El Perú no se merece esto.